Las autoridades de Houston, Texas, han arrestado a Emmanuel García Guzmán, un joven cubano de 25 años, acusado de participar en una extensa red de tráfico de personas que opera en varias ciudades de Estados Unidos.
De acuerdo con Fox 10, el arresto de García Guzmán tuvo lugar el 21 de junio durante un operativo encubierto que involucró a múltiples agencias de aplicación de la ley en Texas, Nevada, Arizona y Florida.
Esta organización criminal se dedica a introducir ilegalmente a mujeres cubanas en Estados Unidos. Una vez en el país, estas mujeres se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad, ya que deben pagar por su estadía y su estilo de vida, acumulando deudas que las mantienen atadas a sus traficantes.
Las mujeres, al no poder saldar sus deudas, se ven obligadas a trabajar en el servicio sexual. Además, se ha descubierto que sus familias en Cuba han comprometido propiedades o negocios como garantía, lo que agrava aún más su situación y les dificulta salir de este ciclo de explotación.
Supuestos clientes
El arresto de García Guzmán se llevó a cabo cuando agentes encubiertos, que se hicieron pasar por clientes interesados en un encuentro con las mujeres, pactaron una cita con los sospechosos. Aprovecharon esta oportunidad para detener a García Guzmán cuando se presentó en el lugar con una de las víctimas.
Tras su detención, las autoridades ofrecieron ayuda a la mujer involucrada, pero ella se negó a proporcionar información sobre otros implicados o sobre las deudas que mantiene con ellos. Según los oficiales, las mujeres en esta situación se sienten atrapadas debido a las amenazas y las deudas impuestas por sus traficantes.
Tráfico de personas
En otro contexto, el gobierno de Estados Unidos ha identificado a Cuba como uno de los países con mayor incidencia de tráfico de personas, según el Informe sobre la Trata de Personas de 2024, publicado recientemente por el Departamento de Estado. Este documento también menciona la situación en Nicaragua y Venezuela, países que siguen en la lista por no mostrar avances en la lucha contra esta práctica.
Los migrantes de estos países son especialmente vulnerables al tráfico sexual y al trabajo forzoso, tanto por parte de grandes como de pequeños grupos del crimen organizado.