El régimen cubano finalmente juzgará este viernes 8 de noviembre a Sulmira Martínez Pérez, de 22 años de edad, que se encuentra presa desde enero de 2023 por expresarse en las redes sociales contra la dictadura castrista. Esta será la tercera vez que llevan a la joven para celebrarle un supuesto juicio, luego que los dos anteriores intentos fueran “cancelados” sin una justificación clara.
“Sulmira no está nada bien. ¡Imagínate cómo va a estar! Ahora sin abogada además, porque la licenciada dice que no está preparada para enfrentar y defender este caso. Ellos lo que harán es ponerle un abogado ahí que ellos manejen, porque yo sé como funciona eso”, comentó en exclusiva para ADN Cuba Norma Pérez, la madre de la joven acusada por la tiranía en un primer momento de “Propaganda contra el orden constitucional”.
Salem Cuba, su nombre en las plataformas digitales, fue detenida el 10 de enero del 2023 en su casa del municipio habanero Arroyo Naranjo. Poco antes había publicado en Facebook varios llamamientos a la ciudadanía a manifestarse en las calles, que no llegaron a las cien interacciones. Frases como “Con la dictadura no se dialoga. Golpea, machácalos como ellos hacen contigo”, “Es hora de alzarnos en contra de quienes ponen a nuestros hijos a pasar hambre” o “A la calle hasta el triunfo. Patria y vida”, la han mantenido en prisión provisional por más de 20 meses.
La petición fiscal contra la joven está fechada el 15 de abril pasado, más de un año después de su arresto incluye varias “mentiras”, asegura su madre. Según el documento, al que tuvo acceso la agencia EFE, se detectó que Martínez inició entre finales del 2021 y principios del 2022 sus críticas en redes. Se le imputa además crear dos perfiles anónimos en Facebook.
“Pusieron hasta que ella tenía botellas para encender una tienda que había cerca de casa, y que todo era enviado por la contrarrevolución. Dijeron también que mi hija recibía dinero para hacer esas cosas, y se llevaron las tarjetas, pero no pudieron probar nada porque no había ni un peso ahí, porque era todo un invento de ellos”, contó Norma.
Por esos motivos, la fiscalía ha pedido para ella una sanción conjunta de 10 años de privación de libertad por los presuntos delitos de desacato y actos contra el orden constitucional, a pesar de que la Constitución cubana del 2019 recoge el derecho a la libertad de expresión y la protesta pacífica. Varias organizaciones, medios independientes y activistas han denunciado la dureza del tratamiento a esta chica, en el que han visto elementos racistas, clasistas y sexistas por su condición de “mujer, negra y pobre”.
“Sulmira ha sido víctima de muchas torturas, la última vez que le iban a hacer un supuesto juicio fue llevada a Villa Marista y amenazada de que podían sentenciarla a muerte”, denunció el activista cubano residente en Estados Unidos, Marcel Valdés en Instagram sobre el juicio a la influencer.
La joven está bajo tratamiento psiquiátrico en la Prisión de Mujeres de Occidente, más conocida como “El Guatao”.
La condena que propone el régimen para Martínez sería equiparable a la de un cubano sancionado por lisiar a alguien, o a la de una madre que asesine a su hijo recién nacido. También algunos medios independientes de la isla aseguran que el proceso penal contra Sulmira se centró más tarde en el delito de “instigación a delinquir”. Este le podría acarrear hasta dos años de cárcel o una multa de hasta 600 cuotas.
La ONG Derechos Digitales, una organización latinoamericana fundada en 2005 que vela por los derechos humanos en el entorno digital, incluyó a Sulmira en un informe de 2023 sobre casos de mujeres reprimidas en el continente.
Aunque es uno de los más duros, el de Sulmira no es el único caso de personas encarceladas o perseguidas por sus publicaciones en redes, sino que es algo habitual en los últimos años.
“Yo le dije que no tenga miedo, que vaya para allá con fuerza, aunque sea con el custodio del Tribunal. Allá arriba hay un Dios que todo lo ve, y las cosas le saldrán bien, y ellos van a pagar en algún momento”, expresó la madre de la chica a ADN Cuba, visiblemente afectada, y que mantiene el caso de su hija en una constante denuncia.
