Dos jóvenes apresados tras participar en las históricas manifestaciones por libertad ocurridas en mayo pasado en el poblado de Caimanera, se encuentran padeciendo vejaciones y pésimas condiciones de reclusión en una prisión de Guantánamo, denunciaron sus familiares.
Luis Miguel Alarcón Martínez y Daniel Álvarez González, encarcelados en el Combinado Provincial junto a otros cuatro implicados, son víctimas de maltratos físicos y psicológicos por parte de sus guardianes, a la vez que reciben alimentos podridos y no tienen acceso a la necesaria atención médica, reveló Victoria Martínez, madre de uno de ellos.
“Mi hijo estuvo cuatro días con diarreas y nada de medicamentos. Están flacos y sufriendo mucho de la presión”, describió la preocupada mujer luego de visitar el penal este jueves.
El abogado contratado para la defensa de su vástago fue despedido tras argumentar extravió las pruebas del caso, mientras la situación procesal de los seis encartados por el estallido popular sigue estancada, a la espera de un juicio por delitos como desórdenes públicos y atentado contra la autoridad.
Las peticiones fiscales van de 4 a 9 años de cárcel para estos valerosos manifestantes, que como cientos de cubanos salieron aquel mayo a las calles, desafiando la represión del régimen, para exigir derechos y un mejor nivel de vida.
Incomunicados y sin garantías judiciales, estos presos políticos y sus familias claman porque se conozca la crisis humanitaria que sobrellevan, mientras el gobierno comunista insiste en criminalizar a quienes se atrevieron a alzar sus voces contra un sistema fallido que tiene sumida en la miseria a toda la nación.