Maher al-Assad, hermano del dictador, sería el cabecilla detrás del lucrativo comercio de esta droga.
MÉRIDA, México.- El colapso del régimen sirio de Bashar al-Assad ha arrojado luz sobre el controvertido comercio de captagon, una droga sintética que ha inundado el mercado negro en todo Oriente Medio y detrás de la cual estaría el hermano del dictador.
Los rebeldes, liderados por el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), afirman haber encontrado un vasto alijo del narcótico y se han comprometido a destruirlo, según trascendió en una nota de la agencia AFP.
Combatientes islamistas se apoderaron de bases militares y centros de distribución del estimulante de tipo anfetamínico. Según muestran imágenes compartidas por AFP, en un almacén situado en una cantera a las afueras de Damasco había millones de pastillas de captagon ocultas en el interior de componentes eléctricos destinados a la exportación y cantidades industriales de componentes químicos.
Uno de los rebeldes explicó a periodistas de AFP que la fábrica estaba vinculada a Maher al-Assad y Amer Khiti.
Maher al-Assad, hermano de Bashar al-Assad, y excomandante militar que presuntamente huyó del país, estaría a la cabeza del lucrativo comercio de captagon.
El político sirio Khiti, también vinculado al narcotráfico de esta sustancia, fue sancionado en 2023 por el gobierno británico, que afirmó que “controla múltiples negocios en Siria que facilitan la producción y el contrabando de drogas”.
“Encontramos un gran número de dispositivos que estaban rellenos de paquetes de pastillas de Captagon destinadas a ser sacadas de contrabando del país. Es una cantidad enorme. Es imposible saberlo”, dijo uno de los combatientes al mostrar el cargamento de droga.
En cajas de cartón, los traficantes camuflaban su carga como palés de mercancías normales, junto a sacos de sosa cáustica, un ingrediente clave en la producción de metanfetamina, otro estimulante.
Durante años, países vecinos acusaron al régimen de Assad de estar detrás de la mayor operación de producción y exportación de captagon del mundo, una afirmación que el régimen negó hasta el último día.
En 2021, los países del Golfo prohibieron todas las importaciones de productos agrícolas procedentes del Líbano tras descubrirse repetidos envíos que contenían frutas y verduras falsas rellenas de captagon que se creía que procedían de Siria.
El autor de una investigación del Carnegie Middle East Center estima que el régimen de Al-Assad obtenía millones de dólares anuales del comercio, un valor varias veces superior al de la anfetamina.
También creen que Assad utilizó la amenaza de disturbios alimentados por las drogas para presionar a los gobiernos árabes.
Assad, escribió el experto, “aprovechó el tráfico de captagon como medio de ejercer presión sobre los Estados del Golfo, especialmente Arabia Saudí, para reintegrar a Siria en el mundo árabe”, lo que hizo en 2023 cuando se reincorporó al bloque de la Liga Árabe.
