Coppelia, la famosa heladería del Vedado habanero, reabrió sus puertas esta semana en la capital, específicamente este martes 28 de noviembre, pero con una oferta limitada de helado y sin dulces, según informó el medio independiente 14ymedio.
Según el reporte, los clientes que visitaron la conocida como “Catedral del Helado” se decepcionaron al ver una selección escasa y poca variedad de sabores. Los testimonios recogidos por la citada revista, señalan que el servicio fue lento (algo habitual) y las opciones de helado eran escasas, donde incluso la elección de sabores parecía estar restringida.
Expresiones como “bolas justas, chiquitas y capadas” describieron la jornada de reapertura, según los relatos del medio. Además, las largas filas volvieron a ser habitual en las afueras de Coppelia, y los terminales de pago electrónico funcionaron con dificultad, provocando demoras en el ingreso de las personas al sitio, según el mismo reporte.
Sobre la ausencia de dulces en el lugar, las camareras señalaron: “No los trajeron hoy, habrá que ver mañana”. No parece que la apertura se vaya a mantener por mucho tiempo, en medio de la crisis actual de alimentos, como la leche, el azúcar, entre otros.
Reapertura del Coppelia habanero: ¿hasta cuándo?
A inicios de este mes, reportes de usuarios en redes sociales, denunciaron que la emblemática heladería Coppelia, ubicada en la calle 23 de La Habana, cerraba sus puertas al público. La falta de insumos para elaborar el helado, como leche, azúcar y otros, fue la causa del cierre temporal. Mientras tanto, algunos de sus trabajadores aprovechaban para vender los dulces que quedaban en el mostrador, en la calle.
El periódico independiente 14ymedio investigó la situación y confirmó que el Coppelia no tenía mesas ni servicio de venta de helado en ese momento. Solo ofrecía marquesitas y capitolios, unos caramelos duros y sin gracia, por 50 pesos.
Al preguntarles cuándo reabrirían, una empleada contestó con sarcasmo: “Ay, mi amor, ¿en qué país tú vives?”. Los otros trabajadores se mostraron evasivos y pesimistas: “No se sabe”, “Esto es para largo y tendido”, “No va a haber por un buen tiempo”, dijeron al medio. Reabrió tres semanas después, pero no se sabe hasta cuándo.