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Cuba, más medidas y más crisis

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Cuba, más medidas y más crisis
Cuba, más medidas y más crisis

LA HABANA, Cuba. – Cuba está casi paralizada y sin fecha de puesta en marcha, según se constató en la exposición del viceprimer ministro y ministro de Economía, Alejandro Gil, en el programa Mesa Redonda de este 27 de septiembre. En la exposición de una hora no figuró cómo los gobernadores e intendentes resolverán la crisis creada por el Gobierno con su servil apoyo. Solo está claro que no hay dinero para importar combustible ni alimentos esenciales, y que el pueblo tiene que soportar con “resistencia creativa”.

Gil expresó que las medidas adoptadas son el resultado de las importantes reuniones de la dirección del país con las autoridades de los territorios, basadas en las instrucciones emitidas por el primer ministro Manuel Marrero, sin pormenorizar cuáles serán, más allá de mayores restricciones en la asignación de combustible. Entre las prioridades estarán las labores agrícolas de los escasos productos ofertados a los cubanos, así como el transporte de los alimentos importados para su distribución mediante el sistema de racionamiento, los servicios de salud, el bombeo de agua y el movimiento de los turistas “porque es una fuente de ingresos”.  

El transporte para las demás actividades será escaso, lo cual perjudicará el traslado de los trabajadores y estudiantes. Gil mencionó la posibilidad de retorno del trabajo a distancia como se aplicó durante la pandemia de COVID-19. También aludió a las consecuencias de la inflación, sin reconocer la incidencia nefasta de la Tarea Ordenamiento, implantada por él.  Previamente el ministro de Energía y Minas explicó detalladamente el retroceso de la producción de electricidad debido a las roturas de las plantas y, sobre todo, al déficit de combustible, por lo que se han programado apagones de hasta 12 horas diarias.

El viceprimer ministro abundó en las explicaciones sobre la imposibilidad de cumplir en tiempo las pequeñas cuotas del racionamiento de un litro diario de leche para niños de hasta siete años, de pan y arroz, por los altos precios y las dificultades para encontrar proveedores y barcos, tanto por el “bloqueo” de Estados Unidos como por la ausencia de créditos. 

“El café no lo hemos podido importar”, dijo, en un país productor de granos de óptima calidad, donde no se han suministrado las cuatro onzas mezcladas con chícharo desde junio. Añadió la importancia de las producciones locales, pues no hay divisas ni la capacidad para importar algunos productos que se necesitan para la canasta, por ejemplo, el pollo y la MDM (masa deshuesada mecánicamente). Desde hace tiempo, esa es la única proteína que se vende con muchas limitaciones a la población, importada fundamentalmente de Estados Unidos por sus bajos precios.

Al mismo tiempo, las medidas aplicadas por el Gobierno para elevar la producción agrícola y la comercialización han sido un desastre total. Esto se evidenció en una de las reuniones del primer ministro, donde el miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe del Departamento Agroalimentario, Félix Duarte Ortega, y el viceprimer ministro, Jorge Luis Tapia Fonseca, informaron sobre sus recorridos para chequear la siembra de frío de los cultivos varios, el proceso de contratación de las producciones agropecuarias y la preparación de la próxima zafra.

Tapia Fonseca señaló que, en la mayoría de los municipios, el plan de siembra se realizó con las viejas prácticas, sin tener en cuenta el intercambio con la base productiva y la totalidad de los productores, no diferenciando los productores con mayor potencial, ni la revisión minuciosa de la tierra que poseen y su explotación. Entre las deficiencias detectadas, mencionó el insuficiente uso de créditos bancarios en la gestión de las cooperativas, el impago a los productores, el éxodo de la fuerza de trabajo del sector agropecuario, con mayor repercusión en el personal técnico y el vinculado a la producción, y la falta de condiciones de vida en el campo, lo que repercute en que se haya perdido la tradición familiar de los oficios. Estos problemas se han alertado desde hace años, y se comprueba que los cientos de medidas legisladas no han sido aplicadas.

El deterioro de la calidad de vida se incrementa y el hambre acecha. Alejandro Gil concluyó asegurando que los momentos complejos se solucionarán con la comprensión y el apoyo del pueblo. Pero los cubanos están hartos de cuentos; solo los sujeta la represión o la esperanza de emigrar. Mientras tanto, el Gobierno hace añicos el país, o se prepara para entregarlo a los rusos. 

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

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