SAN LUIS POTOSÍ, México.- El pasado año, Cuba importó un 73,5 % más de combustible que el año precedente para la generación de electricidad.
Según trascendió en el informe “Electricidad en Cuba. Indicadores seleccionados 2023”, de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), la generación nacional bruta cayó en 2023 un 2,5 % con respecto al año previo, de 15.732 hasta los 15.331,1 gigavatios hora. Esto se debió al descenso en la producción en las Empresas de servicio público, integradas por las centrales termoeléctricas cubanas, que utilizan crudo nacional para la egenración.
La importación de energía se estimó en 2.590 gigavatios hora en 2022 y aumentó a los 4.493 gigavatios hora en 2023, en forma de combustible que fue utilizado para la generación móvil, en los 1.356 grupos electrógenos y las centrales flotantes rentadas.
Esa diferencia significó que en 2023 hubo una importación que superó en 73.5% a la de 2022. Según señaló la agencia EFE, la energía generada por el combustible importado alcanzó el equivalente al 31% de la producida en centrales termoeléctricas.
El consumo de electricidad también aumentó, fundamentalmente en el sector estatal. De acuerdo con los datos de la ONEI, la demanda estatal subió un 15,6% y la residencial 12,2%.
La pérdida de energía eléctrica también supuso un problema, pues en su transmisión y en su distribución aumentó la cantidad de gigavatios hora perdidos (8,4% más en 2023).
La información también revela que el empleo de combustibles fósiles sigue dominando en Cuba, mientras que las energías renovables casi no se emplean.
En Cuba, donde igualmente ascendió el uso de energías no renovables en 2023, el empleo de los combustibles fósiles supusieron el 96,4% de todo el cumbustible utilizado. Por su parte, las fuentes renovables solo llegaron a un 3,6%.
La crisis de combustible ha empeorado al situación electroenergética. Actualmente, los cubanos sufren afectaciones que los dejan con pocas horas de electricidad en el día.
Los cortes de energía afectan todas las provincias, alcanzando hasta diez horas diarias, incluso en La Habana, donde se implementan apagones “programados” por barrio, con una duración aproximada de ocho horas.
Un análisis de la agencia de noticias Reuters reveló que la Isla recibe un suministro adecuado de petróleo, el cual no concuerda con las explicaciones ofrecidas por los directivos cubanos.
Según datos de 2021 de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) citados por la agencia de noticias, Cuba produce internamente 40.000 barriles por día (bpd) y recibe 57.000 bpd de Venezuela y 23.000 bpd de México, lo que suma un total de 129.000 bpd y excede en 4.000 bpd la demanda de la economía cubana.
El informe de Reuters sugiere que el problema radica más en la infraestructura interna y la logística que en la falta de combustible. Jorge Piñón, experto en política energética de la Universidad de Texas en Austin, indicó a esa agencia de noticias que “el déficit de combustible que Cuba dice tener hoy (…) no es el suministro, sino sobre todo de problemas logísticos internos”.
A inicios de este año, Néstor Pérez Franco, director general de Unión Cuba Petróleo, aseguró que de un total de ocho millones de toneladas de combustible que necesita el país, solo tres son de producción nacional.
Al respecto, aseguró que el pasado año hubo un decrecimiento de un tercio de las importaciones de petróleo, por falta de liquidez del régimen.
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