Luego de 14 meses de inactividad fuera del país, el aparato Il-96-300 de Cubana de Aviación aterrizó este domingo en el Aeropuerto Internacional José Martí tras recibir un mantenimiento integral en Rusia, reporta Cubadebate.
La reparación de este avión forma parte del acuerdo que en 2019 firmaron La Habana y el Kremlin para “restaurar la aeronavegabilidad” de los aparatos de fabricación rusa y ucraniana suministrados a la Isla a finales de los años 90 y principios de los 2000.
Las labores de reforma, que incluyen la modernización de los sistemas de seguridad y la mejora de la cabina, “se realizaron por fabricantes, expertos y especialistas rusos y cubanos con modificaciones que aumentan la calidad de los servicios a bordo”, aseguró el medio oficial.
El Il-96-300 realizó el viaje de regreso desde Moscú con una escala técnica en Gander, Canadá. Según Orlando Fernández Cid, capitán de la nave, en un reporte publicado por Televisión Cubana, “el avión quedó en muy buenas condiciones” y, tras pasar los controles indicados por la aerolínea, será incorporado de nuevo a la compañía, que se ha quedado casi sin medios de transporte propios.
Para la televisión nacional esto representa un paso más en la recuperación de la flota de Cubana de Aviación y la concreción de los acuerdos bilaterales entre Cuba y Rusia “al más alto nivel”. Sin embargo, el reporte no menciona los costos de esta reparación, cuándo se prevé que comience a trabajar el Il-96-300, ni qué rutas cubrirá.
En 2019, La Habana y Moscú firmaron un acuerdo para restaurar parte de la flota de aviones rusos y ucranianos de Cubana de Aviación, aunque no se revelaron costos ni plazos específicos
La incorporación de la aeronave sucede semanas después de que llegara a Cuba otro avión, el Tupolev Tu-204, tras cuatro años en Ulianovsk (Rusia), donde recibió una “reparación capital”.
En 2019, La Habana y Moscú firmaron un acuerdo para restaurar parte de la flota de aviones rusos y ucranianos de Cubana de Aviación, aunque no se revelaron costos ni plazos específicos.
En el momento de rubricar el convenio, Cubana de Aviación contaba con 17 aeronaves: seis Antonov An-158, con un promedio de explotación de cinco años, cuatro Ilyushin Il-96-300 de más de 16 años, cuatro Tupolev Tu-204 de 11 años, dos ATR 72-500 de 12 años y un ATR 42-500 de 16 años.
Debido a las críticas condiciones de su flota, Cubana de Aviación ha recurrido al alquiler de naves. Sin embargo, desde 2019 presenta dificultades para reembolsar créditos y pagar el arrendamiento debido a la disminución de sus ingresos tras el accidente ocurrido en 2018, cuando se estrelló el avión que cubría la ruta La Habana-Holguín, arrendado a la empresa mexicana Global Air. Murieron 112 personas y solo una pasajera sobrevivió.
Las reparaciones del Il-96-300 y el Tupolev Tu-204 apenas mitigan las necesidades de la aerolínea estatal. Los especialistas rusos determinaron en 2019 que requerían mantenimiento urgente cinco Ilyushin Il-96-300, tres Tupolev Tu-204 y seis Antonov An-158 que le fueron suministrados a Cubana de Aviación entre 2005 y 2015.
El arribo a Cuba de las dos aeronaves ocurre en un contexto donde se ha declarado el “colapso” de la aviación civil rusa debido a las sanciones impuestas a ese país por la invasión a Ucrania, que le han dificultado el acceso a piezas que obtenía en las naciones occidentales.
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