LA HABANA, Cuba. – Raúl Castro no dejó el confort de su retiro para asistir al VIII Pleno del Comité Central del PCC, efectuado los días 5 y 6 de julio. Las extensas “lecciones” del primer secretario del Partido Comunista de Cuba, Miguel Díaz-Canel, sobre los temas y planteamientos de los participantes en el VIII Pleno fueron sustituidas por un sumario del grupo de prensa de la Presidencia.
Aparentemente, se pretende reforzar la aureola de Díaz-Canel como el científico salvador de la “Revolución”, desvinculándolo de las causas de la debacle política, económica y social imperante, la inexistencia de soluciones y la negativa de apertura al ineficiente sistema.
Las artimañas para contener las protestas y los reclamos de la población por las carencias cotidianas, en vísperas del tercer aniversario de las masivas protestas populares el 11 y 12 de julio de 2021, ocuparon la agenda del cónclave, dedicado a “la prevención y el enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades y las indisciplinas sociales, fenómenos que atentan contra el bienestar social y el desarrollo económico”. Esos flagelos no se resolverán hasta tanto aumenten las producciones y las ofertas a la población, se incrementen los salarios y pensiones, disminuyan los precios y, por consiguiente la inflación, entre las medidas imprescindibles.
Asimismo, los participantes en el VIII Pleno abordaron el estado de implementación de las llamadas “proyecciones del Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía durante el primer semestre del año”, así como los resultados alcanzados en la producción de alimentos y la implementación de la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional. Los delegados expresaron sus “experiencias” sobre esos temas, según las escuetas informaciones publicadas, demostrativas del caos nacional.
De acuerdo con la prensa oficial, el jefe del Departamento Agroalimentario del Secretariado del Comité Central del Partido presentó un informe sobre la Ley de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional a los militantes. Sus conclusiones confirman el fracaso de los cientos de medidas impuestas por el Gobierno a los campesinos, y la interrogante de quiénes mantienen las camisas de fuerza y por qué. José Ramón Monteagudo Ruiz reconoció que “existe el consenso de que, para alcanzar el incremento de las producciones agropecuarias, en las condiciones actuales, se necesita sembrar y producir más.
“Se avanza, pero los resultados están lejos de lo que espera el pueblo. Por lo que ahora, lo que tenemos que preguntarnos es qué nos falta por hacer y en qué tiempo lo vamos a lograr”, dijo.
En cuanto a la industria azucarera, el funcionario refirió que en los últimos años ha sido imposible garantizar todos los recursos materiales que permitan verdaderos avances, y subrayó problemas subjetivos que inciden en el decrecimiento de la producción de caña.
Esos problemas también fueron reconocidos por Julio García Pérez, presidente del Grupo Azucarero Azcuba, quien concluyó sabiamente que, para obtener mejores indicadores productivos en la venidera contienda, hay que realizar una profunda evaluación de los resultados de la actual, “con el propósito de sacar lecciones y adoptar acciones”, así como trabajar para fortalecer las empresas agroindustriales (centrales) y las unidades productoras de caña para detener el decrecimiento cañero en el país.
Por su parte, los ministros de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz, y de la Agricultura, Ydael Pérez Brito, afirmaron que sus esferas se han reanimado, aunque muy lejos de lo que se necesita. En el MINAG, aunque se cumplen los principales planes, las cosechas no se acercan ni al 50 por ciento de lo que hace falta, expresó Pérez Brito. Inevitablemente surge la interrogante de cuáles son los principales planes y cómo se consideran cumplidos.
El VIII Pleno del PCC no ha despertado interés en la mayor parte de la población de Cuba, que desdeña la convocatoria del primer secretario del PCC y “presidente de la República” a salir al combate para salvar la Patria, la Revolución y el socialismo. “Nuestro pueblo reclama resultados, y a ese pueblo nos debemos”, dijo Díaz-Canel. Pero las pequeñas cuotas de arroz, azúcar, aceite, huevos, café de canasta básica normada tienen retrasos de meses. En muchos lugares el suministro de agua demora días y la energía eléctrica se corta hasta 18 horas. De eso no habló.
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