El régimen cubano dispuso, para la venta de culeros de Centro Habana y Habana Vieja, la tienda San Ambrosio en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja.
Hasta allí tienen que trasladarse los padres y madres de ambos municipios. La mala distribución del producto y la indiferencia estatal han provocado que los padres se peleen entre sí.
La escasez de culeros no es nueva, pues la crisis económica en la isla propicia el déficit de los productos artículos
Últimamente los pañales solo han estado disponibles en establecimientos que aceptan moneda libremente convertible (MLC) y cuyos precios, convertidos en moneda nacional, ascienden a 1700 pesos cubanos.
