La falta de vehículos y combustible ha llegado a un punto crítico en Cuba, especialmente en La Habana, donde viven dos millones de personas. Las imágenes de paradas abarrotadas de ciudadanos esperando autobuses que no llegan son una muestra de la grave situación.
Según datos oficiales de diciembre de 2021, de los 878 autobuses en La Habana solo 435 estaban operativos, un 49%, flota que resulta insuficiente respecto a la demanda de transporte en la capital.
A ello se suma la escasez generalizada de combustible en la isla, que dificulta aún más el funcionamiento de los pocos buses disponibles.
Mientras tanto, no se vislumbra una pronta solución para el déficit de transporte que tiene a los capitalinos pasando horas bajo el sol en infructuosas esperas. La ineficiencia del régimen cubano para resolver el problema solo agrava el malestar ciudadano ante la grave situación del transporte.