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Con el propósito de solucionar las afectaciones provocadas por el huracán Oscar, sumadas ahora a los daños acumulados tras 59 años de uso, el viaducto La Farola, considerado como una de las siete maravillas de la ingeniería civil cubana, será objeto de su primera reparación capital.
El fenómeno hidrometeorológico, más las continuas lluvias posteriores y el necesario paso de equipos pesados hacia Baracoa, afectaron estructuras del majestuoso vial y provocaron numerosos derrumbes y hundimientos del terreno, lo que requirió la intervención rápida de constructores de varias provincias del país para garantizar la circulación vehicular.
Especialistas de la Empresa de Servicios de Ingeniería y Diseño, de Holguín (Vértice), laboran en el diagnóstico fiel de esos problemas y otros acumulados por el viaducto para proyectar las acciones que se acometerán, algunas complejas por la magnitud de los daños, lo escarpado del terreno y los medios técnicos exigidos.
Carlos Martínez Turro, vicegobernador, señaló que la reparación de La Farola demanda recuperar, con el apoyo del país, unos 40 camiones, buldóceres y otros equipos pesados paralizados mayormente por neumáticos, batería y lubricantes.
Otra de las acciones previstas es la limitación de la carga que se transporte por esa carretera. De hecho, habrá medios pesados que no podrán transitar por La Farola y tendrán que hacerlo por los viales Guantánamo-Sagua-Moa-Baracoa (ello exige la rehabilitación de algunos tramos, sobre todo, el Moa-Baracoa, en el cual se trabaja), y el Cajobabo-La Máquina-Baracoa, con la limitación actual del puente de Yumurí, que necesita rehabilitarse.
Se estima que el diagnóstico en curso no demore más de un mes en su terminación y que mientras ello sucede se pueda avanzar en las tareas menos complejas, por ejemplo, en el tramo de Cagüeybaje, que dispone de proyecto. El Centro provincial de Vialidad será el inversionista de la reparación capital.
En una reunión reciente en que se abordó el tema, trascendió que el viaducto La Farola será equipado nuevamente con una brigada para su mantenimiento.
La construcción del viaducto La Farola duró apenas 20 meses (desde abril de 1964 hasta diciembre de 1965). Su majestuosidad, calidad y derroche de soluciones técnicas se erige en permanente reconocimiento a los constructores cubanos.
Por esa vía, cuyo proyecto original fue del ingeniero Maximiliano Isoba, transitan hoy alrededor del 96 por ciento de las personas que entran o salen de Baracoa y más del 83 por ciento de las mercancías. Tales cifras expresan, en sí mismas, el impacto económico-social de esa obra, promesa y fraude de los desgobiernos neocoloniales, hecha realidad por la Revolución.
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