El humorista cubano Ulises Toirac, residente en la isla, volvió a criticar la gestión del régimen de La Habana y esta vez advirtió que el país se encuentra sumido en una crisis humanitaria.
Toirac señaló en un post de Facebook que el aumento de los salarios en los sectores de salud y educación, aprobados por el gobierno a finales de 2023, “son solo una gota de agua en el desierto”.
Un análisis rápido del actor cubano evidencia que el salario medio de la isla actualmente es de unos 3 888 pesos cubanos, lo que no alcanza, ni remotamente, para cubrir las necesidades básicas.
“Un cartón de huevos está a 3000 pesos, justo el mayor aumento salarial de algunos (léase con 30 años de servicio) en los sectores que mencionaba al principio. Metan lápiz. Ahí faltan la luz, el agua, los servicios básicos. Tengan en cuenta que con 3888 pesos no da para eso y los jabones, el detergente, los artículos básicos que toda familia consume y adicionen que no todos los integrantes de la familia cobran esos 3888 pesos mensuales”, agregó.
“No sé cual es el mérito del aumento. No entiendo cuál es el triunfo en ello, cuando un cartón de huevos no alcanza para una familia ni con una sola comida al día. Estamos ya en una crisis humanitaria. Con una muy pequeña capa de beneficiados (con cada vez mayores ingresos) y una amplia capa (creciente) en la más absoluta pobreza”, expresó el humorista.
Toirac también hizo referencia al valor del dólar en el mercado informal cubano, que ya alcanza los 300 pesos y sube casi a diario. Mientras, los ancianos no tienen medicinas ni alimentos, añadió.
Por último, envió otro mensaje entre líneas al gobierno: “No hay triunfo, no hay victoria de la que vanagloriarse. Solo ha habido fracasos. Una larguísima cadena que nos ha traído aquí, y promete seguir “avanzando”.
En los últimos años, Toirac ha sido una voz crítica dentro de la isla. El artista no duda en exponer la realidad del cubano de a pie en sus redes sociales.
A inicios de este mes, con la destitución del ministro de Economía en Cuba, Toirac calificó a Alejandro Gil como un “chivo expiatorio”, afirmando que la culpa de los problemas del país no eran solo de él.
