Washington/Donald Trump aseguró este lunes que “no confía” en el mantenimiento del alto el fuego entre Israel y Hamás y en la conclusión de las tres fases del acuerdo, aunque subrayó que el grupo terrorista está “muy débil”. “No tengo confianza. Esa no es nuestra guerra, es su guerra, pero creo que están muy débiles en el otro bando (en referencia a Hamás)”, manifestó Trump, al ser preguntado por una periodista en el Despacho Oval.
El mandatario republicano definió a su vez a la Franja de Gaza como un “enorme sitio de demolición” y recalcó que el enclave palestino “tiene que ser reconstruido de una manera diferente”. “Gaza es interesante. Es un lugar estupendo. Está junto al mar. El mejor clima. Todo es bueno. Es como si se pudieran hacer cosas hermosas allí”, aseveró, y a la pregunta de si contribuirá a su reconstrucción dijo: “Podría ser”.
Trump también declaró este lunes que desea ser recordado en el futuro como un “pacificador y unificador” y destacó cómo su equipo ha jugado un papel clave en el cese el fuego en Gaza, lo que ha facilitado la liberación de algunos rehenes israelíes.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, felicitó este lunes a Trump por su investidura, asegurando que espera trabajar con él para lograr “el retorno de los rehenes restantes, destruir las capacidades militares y el mandato político de Hamás en Gaza y asegurarse de que el enclave nunca vuelva a ser una amenaza para Israel”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, felicitó este lunes a Trump por su investidura
De no cumplir estos objetivos, las autoridades israelíes aseguran que continuarán la guerra en Gaza en lugar de extender el alto el fuego hacia su segunda fase, que implica el cese definitivo de las hostilidades.
Entre las autoridades israelíes el retorno de Trump se ve como una oportunidad para fortalecer sus intereses regionales, como ya ocurrió durante el primer mandato del magnate, en el que lograron establecerse los Acuerdos de Abraham, que normalizaron sus relaciones con Emiratos Árabes, Baréin, Sudán y Marruecos.
Este martes el acuerdo de alto al fuego cumple su tercer día. El Gobierno de Catar, mediador junto a Egipto y Estados Unidos de la tregua aseguró este martes estar “satisfecho” hasta el momento de su implementación. “El acuerdo y el alto el fuego continuarán en la Franja de Gaza, y las ayudas humanitarias entrarán según lo acordado”, indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores catarí, Majed al Ansari, en una rueda de prensa desde Doha.
“Hasta el momento entraron más de 915 camiones y tenemos mucha confianza en el compromiso de las dos partes para implementar el acuerdo”, aseveró.
“Hasta el momento entraron más de 915 camiones y tenemos mucha confianza en el compromiso de las dos partes para implementar el acuerdo”
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) trabaja ahora en su plan de 60 días para restaurar y expandir servicios sanitarios en la Franja, donde 15 meses de ataques destruyeron hospitales y dejaron sólo la mitad de ellos operativos, indicó un portavoz de la agencia.
“Necesitamos realmente pensar en los trabajadores sanitarios de Gaza. Estimamos que había antes unos 20.000, no sabemos cuántos hay ahora (…) y debemos asegurar que se sienten seguros y reconocidos para que puedan volver a sus lugares de trabajo”, indicó este martes en rueda de prensa el portavoz de la OMS Tarik Jasarevic.
La fuente subrayó que el plan de dos meses incluye inspeccionar los daños en los lugares atacados, ver cómo pueden recuperarse los servicios, y estimar si pueden volverse a reanudar las actividades en centros de salud ahora no operativos o deben instalarse en su lugar hospitales de campaña y otras instalaciones temporales.
“La idea es actuar lo más rápido posible, con prioridad en cuidados de emergencia, salud maternal e infantil y otras áreas”, destacó Jasarevic. En la misma rueda de prensa, el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, Jens Laerke, subrayó que ahora que cientos de camiones de ayuda pueden entrar en Gaza gracias al alto el fuego, algunas de las primeras necesidades son la retirada de escombros y de minas y otros armamentos peligrosos.
“Debemos maximizar el envío de ayuda en la actual apertura. El hambre y las enfermedades están muy extendida, mucha gente no tiene hogar, hay niños separados de sus familias y persiste un profundo trauma psicológico”, evaluó el portavoz humanitario. “Nuestras prioridades son claras: llevar alimentos, abrir panaderías, lograr cuidado sanitario, reabastecer hospitales, reparar redes de suministro de agua, preparar refugios y reunificar familias, cosas que hasta ahora no habíamos podido hacer en la escala necesaria”, agregó.