El prisionero político Félix Navarro fue trasladado esta semana al hospital Faustino Pérez, de la ciudad de Matanzas, desde la prisión de Agüica. La salud del líder opositor, coordinador del Partido por la Democracia Pedro Luis Boitel, se había deteriorado en las últimas semanas, según reportes familiares.
La esposa de Navarro, Sonia Álvarez, se presentó en horas de la mañana de este viernes en la unidad de Policía del municipio de Perico y “pidió hablar con un oficial de la Seguridad del Estado”, contó a 14ymedio la activista Annia Zamora. “Le dijeron que él estaba en el hospital por un chequeo médico, pero no creemos esa versión. Él está en un estado delicado de salud, tiene 70 años y varias enfermedades crónicas”.
Zamora, madre de la presa política Sissi Abascal, recomendó “estar atentos y denunciar la situación” del líder opositor. La hija de Navarro, la Dama de Blanco Sayli Navarro, se encuentra recluida en la prisión La Bellotex, de Matanzas, por participar también en las protestas populares del 11 de julio de 2021 (11J).
Félix Navarro, quien fue condenado por los delitos de “atentado” y “desorden público” a 9 años de cárcel tan solo por salir a manifestarse el 11J, ha experimentado en la cárcel un deterioro de su estado de salud, que empeoró por la diabetes y la lesión pulmonar que padece, sumadas a varias huelgas de hambre que ha llevado a cabo en el penal para exigir su libertad.
En julio y septiembre de este año, el opositor, ex prisionero de la Primavera Negra de 2003, sufrió varios desmayos en el penal de Agüica
En julio y septiembre de este año, el opositor, ex prisionero de la Primavera Negra de 2003, sufrió varios desmayos en el penal de Agüica, también necesitó recientemente que su familia le llevara antibióticos a la prisión para tratar una infección en la piel, y sigue presenta secuelas por el contagio de covid-19, que padeció hace dos años.
En julio de 2021 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares a favor de Navarro, haciendo notar que se encontraba en una “situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Cuba”.
Familiares y abogados manifestaron entonces a la CIDH las dificultades que había enfrentado para mantener contacto y visitas así como obtener información sobre sus condiciones de detención y de salud.
Tras analizar las alegaciones de hecho y de derecho, la CIDH consideró que la información presentada demostraba que Navarro se encontraba en una situación de gravedad y urgencia, por lo que solicitó al Gobierno de Cuba “adoptar las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida” del opositor, un reclamo que no ha sido respondido todavía.
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