Un fuerte terremoto estremeció esta madrugada el oriente de Cuba. El sismo, de 6,1 grados, se registró a unos 34 kilómetros al suroeste de Chivirico, en Santiago de Cuba.
Un fuerte terremoto estremeció esta madrugada el oriente de Cuba. El sismo, de 6,1 grados en la escala de Richter, se registró a la 1:00 am a unos 35 kilómetros al suroeste de Chivirico, en Santiago de Cuba.
Los especialistas dijeron que el temblor se ha sentido en las cinco provincias orientales, Camagüey y Ciego de Ávila.
En Babujal, en la carretera Granma, hubo deslizamientos de tierra y grandes piedras que solo pueden ser removidas con equipos mecánicos, informaron las autoridades.
De acuerdo al Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, hasta las 06:00 am se habían reportado 241 réplicas, de ellas 3 perceptibles.
Aunque no se reportaron víctimas mortales ni heridos hasta el momento, publicaciones en redes sociales muestran a personas en las calles y algunos daños preliminares.
El periodista José Ortiz Benet publicó en Facebook imágenes del derrumbe de un balcón en a escuela José María Heredia en Manzanillo, provincia Granma.
El terremoto de esta madrugada ocurre a menos de dos meses dos fuertes sismos magnitudes 6.0 y 6.7 que sacudieron la zona oriental, fundamentalmente la provincia de Granma, dejando a 10 personas heridas y más de 8.600 viviendas dañadas.
Según el Servicio Sismológico Nacional, desde entonces se han registrado más de 8.000 réplicas. El de hoy no constituye réplica de los anteriores, aclararon los especialistas.
El mayor número de movimientos telúricos reportados en la isla ocurre en el área de la falla Oriente, principal zona de actividad sísmica de Cuba y límite de las placas Norteamérica y Caribe.
El doctor en Ciencias Enrique Diego Arango Arias, jefe del Servicio Sismológico Nacional de Cuba, apuntó a inicios de este mes que “la ocurrencia de sismos fuertes no tiene fechas ni temporadas previsibles”. No obstante, aclaró, “es necesario desarrollar ejercicios de entrenamiento para elevar la preparación de la población y los directivos”.
“El peligro de la zona de Pilón y su entorno era conocido, sin embargo, no se realizaron acciones para reducir el riesgo sísmico en instalaciones dañadas por eventos anteriores y se incrementó la vulnerabilidad al edificarse viviendas y otros tipos de instalaciones sin criterios sismoresistentes”, dijo.
