Familiares del opositor cubano Maikel Herrera Bones, paciente de VIH-SIDA, solicitaron una visa humanitaria para el activista debido a su crítico estado de salud
Herrera Bones se encuentra hospitalizado en el Instituto Pedro Kouri (IPK) desde hace dos o tres meses, por haberse contagiado con el virus Oropouche, que lo ha afectado considerablemente porque sus niveles de CD4 están muy bajos.
“Los CD-4 son unas características vitales que deben estar por encima de 200, y lo cogieron en 4, y entonces él no se ha podido reponer”, explicó su primo Yoel Parsons, a Martí Noticias.
El familiar agregó que Herrera Bones se encuentra “neurológicamente” afectado, con dificultades para coordinar las conversaciones y responder de manera coherente.
“Si el IPK, que es uno de los hospitales de ‘puntería’ aquí, en Cuba, y no entienden qué cosa es lo que sucede con él, ellos (los médicos) no deben tener entonces ni los recursos, ni los medios para dar con la situación que tiene, ni tampoco con la cura”, señaló Parsons.
Maikel Herrera Bones es un opositor cubano miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU). En 2020 pasó siete meses detenido sin juicio en una prisión para pacientes con VIH-Sida, donde denunció malos tratos, represión y escasez de medicamentos.
Tras ser excarcelado, en noviembre de 2020, Herrera Bones continuó sufriendo complicaciones de salud. Ello se debió, precisamente, a que en prisión no le dieron la atención médica que requería, ni siquiera cuando contrajo una grave infección.
