Más de un año después de ser arrestados, al menos quince participantes de las protestas del 18 y 19 de agosto en Nuevitas, Camagüey, permanecen en prisión preventiva, sin petición fiscal.
Los acusan de delitos como “desórdenes públicos”, “atentado”, “daños”, “desacato” y “resistencia”, instigación a delinquir y otros.
Entre ellos está José Armando Torrente, detenido el mismo día de la manifestación en la que decenas de nueviteros pidieron el restablecimiento del fluido eléctrico y clamaron por libertad.
“Él está esperando, ansioso por llegar a su casa con su familia. Ya hace doce meses que estoy yendo a sus visitas. Yo soy su esposa hace 16 años y la madre de sus dos hijos”, dijo a Martí Noticias Daimarelis Hechavarría.
“Tiene visita mensual. A los manifestantes no le dan la visita junto al resto de la población penal. Se la dan con los del 11 de julio, pero cada preso en una habitación separada, ya sea una oficina, el comedor”, agregó.
Otros fueron apresados días después. A algunos, sus captores los conminaron a grabar declaraciones para ser mostradas en la televisión estatal, afirmando que desde el exterior les habían incitado a salir a la calle.
En el programa “Las Razones de Cuba”, el vocero del régimen Humberto López culpó a los manifestantes de Nuevitas de llevar a cabo “actos terroristas” financiados por grupos desde el exterior y presentó videos de cuatro jóvenes autoinculpándose y atestiguando sobre orientaciones que recibieron del extranjero para incitar a la violencia y desestabilizar el país.
“Pasada la segunda jornada de las protestas, las tropas Boinas Negras y la policía, iban a las casas de las personas que habían sido delatadas o que a ellos se les ocurría y los sacaban esposados”, apuntó Hechavarría.
Muchos días después, el pueblo de Nuevitas continuaba aterrorizado. La policía política repartió intimidaciones y advertencias a los indefensos pobladores de la localidad.
Además de Torrente, están tras las rejas: Jimmi Jhonson Agosto, Yennys Artola Del Sol, Luisman Ávila Silva,Lester Camejo, Fray Claro Valladares, Julio Gil de Montes, Adisnel Hernández Ricardo, Tirso Yoandry Lescay Pérez, Daiver Leyva Vélez, Menkel de Jesús Menéndez Vargas, Josué Nápoles Sablón, Orlando Pérez Cruz, Mayelín Rodríguez Prado y Keiler Velázquez Medina.
“Los dispersaron por diferentes cárceles de Camagüey, pero todos dicen lo mismo: que los penales no tienen las mínimas condiciones para vivir un ser humano, que pasan mucha hambre”, relató Hechavarría.
Tres meses más tarde, la hija del matrimonio formado por José Armando y Daimarelis, Gerlin Torrente Hechavarría fue expulsada de la Escuela Nacional de Gimnasia, debido a represalias, considera la madre.
“En el momento que me informaron que iban a sacar a mi niña de la escuela me dijeron que le darían baja por pobre rendimiento. Yo le contesté que hacía poco tiempo mi niña había asistido a unas competencias nacionales en Sancti Spíritus y había ganado medalla de plata. ¿Cómo era posible que ahora no rindiera como atleta? Pero me la sacaron”, concluyó Hechavarría.
