Seis medallistas forman parte del grupo de 77 atletas que decidieron romper, en eventos internacionales, con el deporte cubano en 2023. En el listado, publicado por Cubalite, figuran Yoenlis Hernández Feliciano, doble campeón del mundo en boxeo en la categoría de 75 kilogramos. Además de la judoca Arnaes Odelín, reina en los 57 kilogramos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador.
También se encuentra Hangelen Llanes medallista de oro también en la cita salvadoreña, que en septiembre pasado abandonó la concentración del equipo que se encontraba en París antes de viajar a Serbia. La fuga de la habanera, que el año pasado fue distinguida como una de las atletas más destacadas de la disciplina, dejó sin posibilidad de medalla a Cuba en la categoría de los 68 kilogramos en los Panamericanos.
Otro de los golpes que recibió el oficialismo fue la fuga, en junio, de la discóbola Denia Caballero. La atleta rompió relaciones con el deporte de la Isla tras conquistar la medalla de plata en el Meeting Diputación de Castellón (España) con un lanzamiento de 63,17 metros. El periodista Francys Romero indicó que, desde inicios de este año, la Federación cubana de Atletismo “entorpeció” las negociaciones de la deportista con Portugal.
En junio, la medallista de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe (Barranquilla 2018) y en los Juegos Panamericanos (Lima 2019), Arisleidy Márquez, escapó junto con Yudisaday Rodríguez, Melisa Arias y Geidy Maceo. Las atletas, representantes de balonmano, abandonaron la concentración en Francia.
Además, Yoao Illas Puentes, medallista de bronce panamericano en los 400 metros con vallas, aprovechó en noviembre pasado su estancia en Chile para desertar. El natural de Bahía Honda, en la provincia de Pinar del Río, en abril de este mismo año conquistó la medalla de oro en los V Juegos del ALBA (Venezuela) en la prueba 4×400 metros en relevo mixto al lado de Roxana Gómez, Lisneidy Veitía y Yoandys Lescay.
En Chile se fugaron, además, las hockeístas sobre césped Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales. Estas atletas, según el periodista Francys Romero, “salieron de la concentración… tras culminar el juego por el quinto lugar que perdieron contra Uruguay (3-0)” en los Panamericanos. A ellas se sumó el representante de balonmano Lidier Vergara.
En el mismo evento, el nadador ciego Yunerki Ortega abandonó la Villa Panamericana donde se hospedan los atletas. “Transeúntes lo ayudaron a tomar un taxi que lo llevó a un servicentro cerca del Estadio Nacional”, subrayó la cadena chilena T13.
El régimen aceptó en octubre que las deserciones de atletas y entrenadores han afectado al deporte cubano, así lo reconoció el director general de Alto Rendimiento del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (Inder), José Antonio Miranda, en el programa Mesa Redonda.
Entre 2022 y septiembre de este año, 191 deportistas rompieron su relación con las autoridades deportivas de la Isla, indicó el funcionario. Como suele ser habitual para las autoridades cubanas, la causa principal de las deserciones es el “bloqueo” estadounidense, a lo que Miranda agregó el “escenario económico complejo” por el que atraviesa el país.
Las cifras sobre las fugas de atletas cubanos son devastadoras. En enero, el semanario oficialista Trabajadores contabilizaba el abandono en 862 deportistas en una década, de ellos 635 fueron peloteros. Al sumar los datos recientes ofrecidos por el Inder, ya suman 1.053 atletas que rompen con el deporte de la Isla.
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