El comisario cultural Luis Morlote Rivas, uno de los hombres de confianza de Miguel Díaz-Canel, formará parte del Departamento Ideológico del Partido Comunista y dejará su cargo como presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Un mensaje de la organización anunció este jueves una serie de movimientos en la cúpula de la burocracia cultural de la Isla, que esta semana ha experimentado cambios importantes en su estructura, el más destacado, la salida del viceministro Fernando Rojas.
Morlote será sustituido como cabeza de la Uneac por la musicóloga Marta Bonet, la primera mujer en ocupar el cargo y quien fungía como vicepresidenta primera de la organización. Asimismo, su antiguo puesto será ocupado por la periodista oficialista Magda Resik y la artista Lesbia Vent Dumois será la nueva vicepresidenta. Estos nombramientos se mantendrán hasta el X Congreso del Partido Comunista (PCC) el próximo junio, cuando podrían ocurrir cambios en la directiva.
El ascenso de Morlote, quien también dirige el Noticiero Cultural de Televisión Cubana, fue anunciado con pompa por Rogelio Polanco Fuentes, que le abrió, con regalos y halagos, las puertas del Departamento Ideológico que dirige.
Con una trayectoria impecable desde sus inicios en las emisoras de Santa Clara, Morlote ha sido no solo un incondicional del régimen, sino también de Díaz-Canel
Con una trayectoria impecable desde sus inicios en las emisoras de Santa Clara, Morlote ha sido no solo un incondicional del régimen, sino también de Díaz-Canel, con quien trabajó durante años en Villa Clara y a quien se encarga de recibir cada vez que el mandatario visita la provincia. Su promoción es oficialmente para prepararlo a “futuras responsabilidades en el Partido y las instituciones”.
Por su parte, la nueva cúpula de mujeres de la Uneac incluye a figuras grises y autoritarias. Bonet, una comisaria de la Música, Resik, la segunda al mando de la Oficina del Historiador de La Habana y Vent, una artista plástica con larga trayectoria en la Uneac, abarcan el control sobre la Cultura en la Isla.
Esta misma semana, un comunicado del Ministerio de Cultura anunciaba la destitución de los viceministros, Fernando Rojas Gutiérrez y Kenelma Carvajal Pérez, para “renovar” los cargos con figuras más jóvenes, las de Lizette Martínez Luzardo, de 36 años y hasta ahora directora general de Políticas Culturales, y Lillitsy Hernández Oliva, de 41, y actual presidenta del Consejo Nacional de las Artes Escénicas.
Tanto Rojas, siempre leal al régimen pese a los desencuentros con su familia –en especial con su hermano, el historiador Rafael Rojas, residente en México y muy crítico con el Gobierno cubano–, como Carvajal, esposa del fotógrafo Alejandro Castro Soto del Valle, hijo de Fidel Castro y Dalia del Valle, fueron removidos sin explicación.
Anteriormente a cargo del área de Enseñanza Artística, Carvajal ahora tendrá “asignadas nuevas tareas por el Comité Central del Partido”
Anteriormente a cargo del área de Enseñanza Artística, Carvajal ahora tendrá “asignadas nuevas tareas por el Comité Central del Partido”, mientras que Rojas continuará como asesor del ministro de Cultura, Alpidio Alonso.
La otra institución clave de la cultura cubana –y quizás la más problemática para el Gobierno– ya fue “controlada” el pasado noviembre, cuando el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos nombró al periodista Alexis Triana como su nuevo presidente luego de que su predecesor, Ramón Samada, fue incapaz de aplacar los constantes reclamos del gremio por la emisión no autorizada y censurada en Televisión Cubana del documental La Habana de Fito, de Juan Pin Vilar. El régimen, no obstante, aseguró que Samada se retiraba por “petición personal”, mientras que Triana “acumula una larga historia como gestor y promotor cultural”.
Tras el comunicado, los cineastas mostraron su desacuerdo con la destitución y la calificaron como “acto de irresponsabilidad del Ministerio de Cultura”. Sin embargo, las tensiones dentro del gremio han disminuido desde entonces, mientras Triana se acomoda a la cabeza del Icaic.
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