En un comunicado conjunto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador dijeron el lunes que planean tomar medidas drásticas contra la inmigración ilegal en su frontera compartida.
“Ya existe un acuerdo entre los dos gobiernos, cuando México, desde el pasado año, aceptó recibir 30,000 migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití, devueltos desde Estados Unidos al país azteca”, aclaró esta miércoles el abogado Willy Allen en entrevista con la revista informativa Martí Noticias AM.
Allen insistió en que “la situación en la frontera se pondrá más difícil y es un punto que saldrá a relucir en todos los debates políticos“.
El experto aclaró, además, que “la partición en cifras de migrantes a devolver nunca será igual, por ejemplo, puede ser que el número mayor de personas devueltas a México sean cubanos o de otra nacionalidad,”, dijo.
El abogado recordó que para estos migrantes que intenten ingresar de manera ilegal a Estados Unidos ya existe un proceso.
“Este proceso consiste en la devolución inmediata a México, de hecho, una de las peticiones del gobierno estadounidense al mexicano es que tomen una posición más fuerte en la frontera sur con Guatemala, y que desde ahí se comience a detener la migración irregular”, detalló el abogado.
Explicó también que “México, desde el último, año ha deportado migrantes directamente a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití, lo que hace más viable este proceso para los cubanos y venezolanos, incluso cuando el acuerdo de deportación de Estados Unidos con Cuba está limitado al número que acepte el gobierno cubano, ya que, aunque ellos dicen estar abiertos a recibir dos vuelos al mes, realmente, solo están recibiendo uno”.
Cuba recibió el jueves, 26 de abril, un vuelo de deportación con 47 migrantes procedente de Estados Unidos, informó el Ministerio del Interior (MININT) en una escueta nota en sus redes sociales.
En lo que va de año, La Habana ha recibido 476 personas en 32 operaciones de retorno desde diferentes países de la región, incluido Estados Unidos.
“Tengo muy pocas preocupaciones sobre el caso de los cubanos que poseen el Formulario I-220A. Es un proceso largo, pero creo que de alguna manera van a lograr legalizarse en el país. Al contrario de los que poseen el I-220B, que tienen una orden final de deportación que en algún momento puede concretarse. La dificultad mayor ahora es para los cubanos que intenten ingresar de forma irregular a Estados Unidos”, dijo el abogado.
Añadió que “las citas a través de la aplicación CBP One pueden tardar meses“, y no existe la garantía de que los migrantes logren acceder e ingresar a Estados Unidos utilizando ese mecanismo.
“Muchos piensan que es solo ingresar y obtener parole humanitario y aplicar a la Ley de Ajuste Cubano al año y un día, pero no es tan así”, afirmó Allen.
“Todo es factible, pero la gran diferencia entre el parole humanitario y el ingreso a través de CBP One es que, en el primero, no se necesita solicitar asilo político, porque al año y un día pueden solicitar residencia, pero, por lo contrario, el segundo proceso está restringido a la entrevista de miedo creíble, donde si no pueden articular por qué están huyendo de su país de origen, les pueden negar la entrada a suelo estadounidense”, subrayó el abogado.
“Estas personas, al entrar al país, también deben someterse a una audiencia en la corte, por lo tanto, deben estar conscientes que son parte de un proceso de solicitud de asilo en los Estados Unidos”, concluyó el experto.
Desde el 12 de mayo de 2023 y hasta el 29 de febrero de 2024, Estados Unidos ha expulsado o devuelto a más de 593.000 personas, la gran mayoría de las cuales cruzaron la frontera suroeste, incluidos más de 93.000 familiares individuales.