El representante especial de la Unión Europea (UE) para los Derechos Humanos, Eamon Gilmore, aseguró este viernes que el diálogo que va a mantener con Cuba implica también en ocasiones “cuestionar” y “retar” las posiciones del interlocutor.
Gilmore hizo estas declaraciones al inicio del principal acto formal de su visita de dos días a La Habana, el cuarto Diálogo sobre Derechos Humanos entre la UE y Cuba, durante un viaje que también ha incluido contactos con la sociedad civil.
“En el día de hoy debatiremos cuestiones de derechos económicos, sociales y culturales, también derechos civiles y políticos. En algunas cuestiones mantendremos posiciones comunes y en otros asuntos cuestionaremos e incluso retaremos a la otra parte. De eso se trata”, aseguró Gilmore.
El representante especial de la UE agregó que se busca mantener un “diálogo honesto” en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) que desde 2017 articula las relaciones bilaterales entre la isla caribeña y el bloque comunitario.
Por su parte, el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de Cuba, Rodolfo Benítez Verson, destacó en sus palabras iniciales la “alta relevancia” que para su Gobierno tiene el ADPC y la “excelente oportunidad” que supone la celebración de este diálogo en particular.
Subrayó asimismo que La Habana aspira a sostener “un intercambio respetuoso y constructivo, entre iguales, sobre los derechos políticos, civiles, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo”.
La reunión comenzó a las 9:00 de la mañana (14:00 GMT) en los salones de protocolo de Cubanacán y está previsto que se prolongue unas cuatro horas.
La UE, que no ha difundido la agenda de la visita, indicó en un comunicado previo sin aportar más detalles que el representante comunitario “tiene previsto reunirse con un amplio espectro de actores de diferentes segmentos de la sociedad cubana”.
Es práctica habitual en Cuba que las embajadas informen al Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la agenda de las visitas diplomáticas. En ocasiones, opositores y familiares de presos han denunciado que se les ha impedido acudir a reuniones con esos visitantes.
Criticas
Varias ONG han aprovechado la visita de Gilmore para reiterar sus mensajes sobre la situación de los derechos humanos en Cuba. El colectivo Justicia 11J cifra en 1.887 los detenidos desde las protestas antigubernamentales de julio de 2021 y Prisoners Defenders registra actualmente 1.062 presos políticos.
Este lunes varios colectivos denunciaron la muerte de Luis Barrios Díaz, un hombre 36 años preso por participar en las protestas del 11 de julio, por una afección respiratoria que presuntamente desarrolló en prisión y no fue tratada convenientemente.
Amnistía Internacional ha alertado del “encarcelamiento masivo” de manifestantes, la situación de al menos 13 presos de conciencia “emblemáticos” y la “sofisticada maquinaria de control sobre la libertad de expresión y reunión” en Cuba. Human Rights Watch habla de “represión sistemática a críticos y disidentes”.
La visita de Gilmore sucede a la que realizó en mayo el alto representante de la UE para los Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien también abordó con su contraparte cubana la situación de los derechos humanos en la isla.
Borrell fue criticado por esa visita en el Parlamento Europeo y por parte de diferentes ONG, que acusan al diplomático y a la UE de indiferencia frente a Cuba en el ámbito de los derechos humanos.
El ADPC, no está exento de controversia dentro de la UE (no ha sido ratificado por Lituania y es criticado por las familias políticas conservadoras), sustituyó a la llamada “posición común” de la UE, que vinculaba todo avance en la relación bilateral a los progresos en democratización y derechos humanos en Cuba.
El acuerdo promueve la cooperación en favor del desarrollo sostenible, la democracia y los derechos humanos, así como la posibilidad de encontrar soluciones compartidas a retos globales por medio de acciones conjuntas en foros multilaterales. Pero la dictadura cubana continúa violando todos y cada uno de los derechos humanos en la isla, mientras que la UE mantiene su política de conciliación sin lograr ningún tipo de concesiones del castrismo.
Hasta ahora el ADPC ha sido un total fiasco y las carencias de libertades se ha acentuado y la represión ha aumentado. Dialogar con la dictadura cubana nunca ha dado frutos de ninguna índole.