El secuestro de los médicos cubanos Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa en Kenia en 2019 ha tomado un giro trágico y misterioso. La milicia islamista Al Shabab, afiliada a la red terrorista Al Qaeda, ha asegurado en un comunicado difundido a través de Telegram que ambos profesionales de la salud habrían fallecido en un presunto ataque con drones estadounidenses el pasado 15 de febrero en la región de Middle Jubba, Somalia.
Según el grupo extremista, los médicos cubanos se encontraban realizando “servicios comunitarios” en la zona cuando ocurrió el ataque aéreo. Sin embargo, las autoridades cubanas no han confirmado oficialmente esta información, sumiendo el caso en una profunda incertidumbre.
El Comando de Estados Unidos para África (AFRICOM) divulgó el 14 de febrero un comunicado en el que informaba sobre un “ataque aéreo colectivo de autodefensa” contra Al Shabaab el 9 de febrero en las cercanías de Yaq Dabel, Somalia. La acción militar habría causado la muerte de dos terroristas, sin víctimas civiles, según la evaluación inicial.
At the request of the Federal Government of Somalia, U.S. Africa Command conducted a collective self- defense airstrike with five engagements against the al Shabaab terrorist group on Feb. 9https://t.co/qwqq4adNId
— U.S. Africa Command (AFRICOM) (@USAfricaCommand) February 14, 2024
No obstante, un familiar de los médicos secuestrados, quien prefirió mantener el anonimato debido a la delicadeza del asunto, confirmó a Martí Noticias que “el ministro de Salud nos llamó para decirnos que hubo un bombardeo y que es posible que estén muertos, pero no hay nada confirmado”.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba reconoció que “fuentes no oficiales” habían reportado la muerte de los médicos, pero aclaró que “hasta el momento, estas informaciones no han sido confirmadas”. Las autoridades cubanas aseguraron mantener una comunicación permanente con sus contrapartes kenianas y somalíes.
Hasta el momento, estas informaciones no han sido confirmadas. Al respecto, las autoridades cubanas se mantienen en comunicación permanente con sus contrapartes kenianas y somalíes, y nuestro pueblo será inmediatamente informado.
2/2
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) February 17, 2024
Por su parte, el Ministerio de Salud Pública de Cuba remitió a la nota de la cancillería, evitando hacer declaraciones adicionales. Asimismo, la Embajada de Cuba en Kenia, país que ha trabajado estrechamente en la resolución de este caso, no ha respondido a las solicitudes de comentarios realizadas por Martí Noticias.
Tanto el Departamento de Estado como el Departamento de Defensa de Estados Unidos han evadido hacer comentarios sobre el presunto ataque y sus posibles víctimas.
El comunicado de Al Shabab adjunta fotografías de un cuerpo, pero no es posible determinar de manera independiente si se trata de alguno de los médicos secuestrados.
A lo largo de estos años, se han realizado esfuerzos concertados para lograr la liberación de Rodríguez y Herrera, incluyendo reuniones con funcionarios somalíes, ancianos de clanes, las propias milicias de Al-Shabaab y los gobiernos de Cuba y Kenia.
En octubre de 2020, agencias de noticias internacionales reportaron erróneamente la liberación de los médicos, información que fue rápidamente desmentida por el régimen cubano.
Este caso ha puesto en evidencia las complejas relaciones entre Cuba y Kenia, nación africana a la que el régimen castrista envió 100 médicos en medio de una huelga del personal sanitario local que exigía mejores salarios. Los informes indican que los galenos cubanos percibían salarios sustancialmente más altos que sus contrapartes kenianas, mientras que el régimen de la Isla obtenía entre el 75% y el 90% de sus ingresos, una práctica que ha sido ampliamente denunciada por violaciones a los derechos humanos.
En octubre del año pasado, el gobierno de Kenia anunció la terminación del acuerdo de colaboración médica con Cuba, una decisión aplaudida por amplios sectores de la población.
Mientras tanto, el destino final de Landy Rodríguez y Assel Herrera sigue siendo un misterio, envuelto en las sombras del conflicto armado en Somalia y las tensiones diplomáticas en la región. La esperanza de obtener respuestas y justicia se mantiene viva, aunque cada vez más tenue.