SLP, México.- El Gobierno cubano restringió aún más las operaciones de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) al prohibirles las actividades de comercio mayorista, según consta en una resolución publicada en La Gaceta Oficial.
La disposición, publicada este jueves con la rúbrica Betsy Díaz Velázquez, ministra del Ministerio de Comercio Interior, obliga a las mipymes a vender de manera mayorista con la mediación del Gobierno y prohíbe el comercio mayorista para los trabajadores por cuenta propia.
En el texto se cancela de oficio “las licencias para ejercer la actividad mayorista, emitidas a micro, pequeñas y medianas empresas privadas y cooperativas no agropecuarias que la tienen aprobada en su objeto social como actividad secundaria”.
Con el presunto objetivo de “ordenar” el comercio mayorista y minorista en las mipymes, la normativa declara que estos negocios que tengan como objetivo principal la producción podrán comercializar de forma mayorista únicamente sus propios productos.
Además, deberán hacerlo estrictamente a través de contratos con entidades estatales o mediante comercializadoras mayoristas estatales.
En cumplimiento de lo previsto en el Decreto 107, fue publicada la resolución 56 de nuestro organismo
Espere más información por los medios oficiales y en nuestro sitio web#ComercioMayoristaCuba#EconomíaConTodos pic.twitter.com/qzgBje34T3— Betsy Díaz Velázquez (@BetsyDazVelzqu2) December 5, 2024
Las mipymes y trabajadores por cuenta propia podrán vender de manera minorista siempre y cuando esté aprobado en su objeto social o proyecto y tengan la licencia comercial para hacerlo.
Las mipymes cuya actividad secundaria sea la comercialización mayorista tendrán sus licencias canceladas de forma automática por el Registro Central Comercial, impidiéndoles así ejercer la actividad. De igual forma verán desaparecer su inscripción en el registro los trabajadores por cuenta propia que se dedicaban a este ámbito.
El texto precisa que, dentro de un plazo de 90 días hábiles, las empresas que tengan entre sus funciones principales el comercio mayorista y quieran continuar ejerciéndolo, deben actualizar sus licencias comerciales.
En la nueva licencia comercial que se emitirá se especificará que la comercialización se realiza mediante contratos con participación de entidades estatales.
Por su parte, los negocios que no ratifiquen su intención de realizar el comercio mayorista tendrán un plazo máximo de 120 días hábiles para “liquidar sus inventarios” y continuar con la comercialización minorista, “si la poseen definida en su objeto social y cuentan con licencia comercial”.
Más restricciones a las mipymes
En comparecencia televisivia, la viceministra primera de Comercio Exterior, Ana Teresita González Fraga, había afirmado en meses pasados que, en aras de ingresar divisas al país, promovían el establecimiento de modalidades de inversión extranjera en el comercio mayorista.
La funcionaria argumentaba entonces que habían decidido estimular el desarrollo en todo el país de negocios para impulsar el comercio mayorista a través de la inversión extranjera. Ahora, ese comercio estará en control absoluto del Estado.
“Hoy las formas no estatales, las mipymes, están haciendo comercio mayorista. Se han aprobado recientemente un grupo de ellas que hoy nos muestran las maneras diversas de hacer, con una estructura flexible, pequeña, por lo que consideramos que estamos en el momento adecuado para las decisiones adoptadas”, añadió.
En septiembre, el régimen cubano envió una auditoría al mercado mayorista chino, denominado China Import, ubicado en el Cerro. En la intervención se detectaron varias “irregularidades” que desembocaron en el cierre del establecimiento tras apenas dos meses de su apertura.
El mercado, con dirección en Manglar entre Oquendo y Nuevo Pilar, se hizo popular tras su inauguración por ofrecer una amplia variedad de productos. Las compras en el local estaban reguladas en cantidades mínimas según el tipo de artículo, con un gasto no menor a 50 USD.
El negocio era operado por una persona trabajadora por cuenta propia de la provincia Santiago de Cuba, a partir del arrendamiento de un antiguo almacén de la Empresa Suchel de la Industria Ligera.
Con el cierre de China Import, el régimen cubano justificaba el perfeccionamiento realizado al marco regulatorio para las formas de gestión no estatal y sus relaciones con el sector estatal.