Cuestionan desde la prensa oficial las dificultades para cobrar salarios en Cuba.
Problemas en las bodegas
La llegada de las computadoras y las tarjetas magnéticas en Cuba fue inicialmente recibida con entusiasmo, representando un notable avance en la simplificación del acceso al dinero. La periodista recuerda que cuando se introdujeron las computadoras, muchas de sus compañeras mayores se resistieron a abandonar la máquina de escribir.
Del mismo modo, cuando aparecieron las tarjetas magnéticas, la alegría fue generalizada porque eliminaban la necesidad de llevar efectivo y permitían acceder al dinero desde cualquier cajero automático. Sin embargo, hoy en día, la realidad es muy distinta.
En las bodegas, a pesar de la directiva de implementar códigos QR, no todas las unidades de comercio los tienen disponibles. Esto impide que los clientes reciban el vuelto correcto, especialmente cuando se trata de productos de alta demanda como los cigarros.
La periodista argumenta que esta situación no solo genera frustración, sino que también causa pérdidas económicas para los consumidores.
Cajeros automáticos inoperantes. Cadecas y bancos con limitaciones
La situación en los cajeros automáticos es igualmente preocupante. Muchos están fuera de servicio, ya sea por falta de piezas o de efectivo. Aquellos que funcionan suelen tener largas colas, falta de fluido eléctrico, y solo ofrecen billetes de baja denominación o en cantidades limitadas, haciendo la espera aún más exasperante.
La periodista afirma que este escenario obliga a las personas a perder tiempo valioso y a enfrentar un estrés innecesario.
Otra alternativa, las Cadecas, también presentan problemas. En lugares como Alamar, suele haber solo una persona atendiendo y con frecuencia la conexión se interrumpe, impidiendo las transacciones. Esta situación es especialmente crítica cuando se considera que muchas personas dependen de estos servicios para obtener divisas y realizar pagos esenciales.
Desafíos en la gestión del dinero
La periodista subraya que cada mes representa una incógnita para los cubanos, quienes deben superar numerosos obstáculos para poder cobrar su salario y gestionar sus pagos. En muchos casos, las personas terminan con un paquete grande de billetes de baja denominación. Lo que complica aún más el manejo del dinero en efectivo.