La crisis económica en Cuba continúa en números rojos, se incrementan de nuevo los apagones y la inseguridad alimenticia es latente, mientras el gobierno de la isla firma acuerdos económicos con China y celebra una nueva edición de su Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2023).
Sobre estos temas conversamos desde España con el economista Elías Amor Bravo, autor del blog “Cuba Economía”.
“Cuba no es China, y por tanto no tiene ningún parecido con el gigante asiático, ni en estructura económica, ni en proyección internacional, ni en tecnología”, afirmó el experto sobre el más reciente acercamiento entre ambas naciones, con la visita del primer ministro cubano Manuel Marrero a Pekín y su encuentro con el mandatario chino Xi Jinping.
Según el experto, “este es el marco de una relación entre un país pobre, subdesarrollado, atrasado y con un modelo económico fallido con una gran potencia a nivel mundial que lo que busca es conseguir minorías extractivas en los países en los que se presenta”.
Es una relación a la que el economista cubano no le ve grandes perspectivas.
El estudioso explicó que en este intercambio “Cuba no tiene nada que ofrecer al país asiático, lo único que le puede ofrecer es una posición estratégica, muy importante en la geopolítica mundial. Añadió que “a China le puede venir muy bien ubicarse en Cuba como rampa de lanzamiento en América Latina dentro del plan de la ruta de la seda que pretenden crear”.
Amor Bravo insistió en que no ve otra opción para la Isla.
“Porque ellos no tienen nada que ofrecerles a los chinos, ni siquiera ese convenio donde suministraban azúcar, que se ha tenido que suspender por la magra cosecha de la gramínea en los últimos años. Lo que Cuba ofrece es, repito, esa rampa a 90 millas de Estados Unidos y a los países latinoamericanos”.
“Ya ni tan siquiera se puede hablar de infraestructura portuaria, ni de la Isla como punto de anclaje, porque el país no cuenta con las características que precisan los grandes transportes chinos que andan circulando por el mundo”, apuntó el economista.
En la capital cubana comienza este lunes la Feria Internacional de La Habana (FIHAV 2023), que se extiende hasta el próximo día 11 de noviembre.
“Cuba, con este tipo de evento, tiene en la mirilla a una mezcla de países. Ante todo, y como punto de referencia, tiene a Estados Unidos, aunque parezca mentira. A pesar del embargo, el régimen comunista tiene obsesión por obtener inversiones de los Estados Unidos, de la diáspora”, explicó el economista.
Añadió que “luego, por supuesto, siempre extiende sus intenciones a países europeos y, no nos engañemos, también mira a Rusia, lo que sucede es que esta potencia está enfrascada en una guerra terrible con Ucrania, lo que le impide cumplir con muchos de los proyectos que tenía previstos con la Isla”.
Sobre China, enfatizó que no ve al gigante asiático muy interesado en estas inversiones. “Recordemos que la mayoría de los proyectos de los últimos diez años de la Zona de Desarrollo del Mariel salen a una media de seis años, de lo que se esperaba en ese tiempo. Conclusión: la inversión extranjera es un fracaso del sistema”.
Según Amor Bravo, la Zona de Desarrollo del Mariel no ha prosperado por el freno de la burocracia existente en el país a los inversores extranjeros.
“He hablado con algunos inversores españoles que han ido prospectivamente a mantener proyectos y cuando escuchan que hay un plan de desarrollo hasta el 2030, y les presentan la cartera de oportunidades, que rara vez tiene que ver con proyectos rentables, pues cogen su maleta y regresan a España. Esa es la realidad, una política de inversión extranjera, con la Ley número 118, aprobada en el año 2014, que no ha dado ni la décima parte de lo que se esperaba, que eran 3,000 millones de dólares al año, y esta cifra no se ha conseguido ni en diez años, lo cual es un fracaso total”.
Sobre el tema de los apagones destacó que “muchas personas creen que cuando en Cuba se reciban barcos de petróleo se acabará la situación de crisis económica, y eso no es verdad”.
El experto argumentó que “Cuba ha estado en crisis estructural desde el año 1959 y recibía petróleo ruso en grandes cantidades y, muchas veces, lo que hacía era comercializar ese petróleo hacia los movimientos de protestas y Revolución, a países de América Latina’’.
Consideró que “para nada es cierto que la economía cubana vaya a mejorar con el arribo de petróleo a la Isla, por el contrario, yo creo que es un fallo sistémico del modelo económico comunista, que ya llegó a su fin, que no se arregla con más o menos energía, ni petróleo, sino con un cambio de sistema”.
En opinión del economista cubano, el tema del embargo estadounidense no se debería ni conversar, porque el régimen lo utiliza para cambiar el foco sobre las cuestiones que existen en materia política.
Acerca del uso del pago electrónico en la isla que el gobieno ha promovido con la llamada “bancarización”, Amor Bravo explicó que “el gobierno lo que quiere es tener el control de las transacciones, y ver cómo se mueve la economía”, obligando al cubano a que “no pueda hacer las transacciones en efectivo, sino a través de transacciones bancarias, incluso para el pago en una bodega desvencijada de una yuca y un pedazo de ñame para comer”.
“Sinceramente, creo que estas son típicas maniobras de la jerarquía comunista para mantener a los cubanos entretenidos en algo que, en definitiva, ni va a beneficiar a la economía, ni a la calidad de vida, ni a la prosperidad del país”, concluyó el economista.