El sector ganadero de Sancti Spíritus apenas ha entregado el 40% de los 42 millones de litros de leche pactados para 2023, una cifra que advierte que este alimento sigue ausente en las mesas de las familias cubanas. El dato aparece al final de una breve nota publicada este sábado por Escambray, dedicada a las “deudas” en la industria espirituana, la única provincia en donde no faltó el producto en 2022.
Aunque el texto no profundiza en la producción nacional, hay varios datos de alarma sobre una de las regiones de mayor peso en la actividad ganadera. Alberto Cañizares Rodríguez, director de la empresa de Productos Lácteos Sancti Spíritus, detalló al diario oficialista que los ganaderos apenas han cumplido con un 89% de la cuota establecida para los primeros ocho meses de 2023.
Los productores han entregado 17 millones de litros hasta la fecha, a pesar de que estos meses son lluviosos y, por consiguiente, hay más pasto natural para alimentar al ganado y su rendimiento suele aumentar. El déficit de este alimento se concentra en Cabaiguán y Taguasco, dos de los municipios con mayor producción lechera en la provincia, detalló Rodríguez.
El funcionario aseguró que, a diferencias de años previos, este 2023 la empresa no acumula deuda con los productores a quienes les paga el litro de leche a 20 pesos, según lo estipulado en un plan de 2021 cuando el Gobierno cubano tuvo que ajustar el precio por reclamos de decenas de campesinos que se quejaban de que no cubría los costos de producción.
La empresa también paga 20 pesos adicionales a los ganaderos que exceden sus entregas, aunque Rodríguez reconoció que estos “precios están muy por debajo de las cotizaciones en el mercado informal de la provincia”, donde se puede llegar a conseguir a 100 pesos.
El déficit de este alimento se concentra en Cabaiguán y Taguasco, dos de los municipios con mayor producción lechera en la provincia
Sin embargo, testimonios recogidos por este diario señalan en otra dirección. Los retrasos en el pago que el Estado debe hacer a los lecheros pueden alcanzar hasta seis meses. Una situación similar ocurre cuando los ganaderos venden sus reses a los mataderos oficiales. Estos incumplimientos y el alza del precio de la leche fresca y la carne en el mercado negro hacen que muchos productores opten por el comercio informal.
Según el texto de Escambray, la empresa visitará a los productores para evaluar “las causas del incumplimiento y posibles vías para mitigarlo”.
La baja en la producción en Sancti Spíritus ya había sido advertida en diciembre de 2022 cuando hubo retrasos en las entregas del producto de las dietas médicas y el consumo infantil, además se racionalizó su uso para la elaboración de algunos derivados.
En febrero de 2023, el directivo de la empresa intentó tranquilizar a la población espirituana y prometió que los retrasos se recuperarían. En ese momento, la menor producción de leche se unió a la falta de amoníaco, usado para los sistemas de refrigeración, por lo que las autoridades optaron por la distribución directa sin pasteurizar y eso influyó a que una parte del alimento se echara a perder.
La escasez de leche es una consecuencia directa de la caída en la producción ganadera de la Isla, una situación derivada de las muertes de vacas por inanición ante las condiciones extremas del clima seco, así como del aumento del robo y hurto del ganado.
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