SLP, México.- El cantante Gardi Vázquez Suárez irrumpió en la escena musical cubana en los albores del siglo XXI con un proyecto personal que lo lanzaría al estrellato. Ya desde finales de la década de los noventa había compartido escenario con músicos de la talla de Pancho Amat y Compay Segundo.
Nacido el 15 de septiembre de 1973, en Holguín, Gardi se impuso en el panorama musical cubano con sus fusiones de géneros y con un grupo que lo posicionaría en la escena cubana e internacional: Gardi y su Orquesta.
Con Bis Music, en 2002, vio la luz su primer álbum, Gardi, con éxitos como “Cuéntales” o “Sé que mientes”. Más adelante, lanzaría Lo que tú querías y Pega’o y no se me quita.
Sin embargo, a pesar de haberse consolidado en la esfera artística, Gardi desapareció de los escenarios durante casi ocho años.
En entrevista con el presentador Abel Álvarez para el programa Abel en cualquier parte, el músico admitió que, tras perder a su padre en 2009, transitó por un período depresivo y de desmotivación que describió con mucha tristeza.
“En 2009 perdí a mi papá de cáncer. Los que me conocen saben cuánto extraño a mi papá, saben cuánto sufrí, saben que me tiré al piso y no quería cantar”, reconoció en la conversación.
Con honestidad, Gardi narró los episodios de dolor que le provocaron la muerte del padre. “Mi papá era ingeniero mecánico y eso es algo que yo heredé de mi papá, fanático a los carros, a la mecánica, a embarrarme. Los que lo saben, saben que yo me metía en los talleres y yo me meto debajo de los carros y me da mucha tristeza”.
“La enfermedad de mi papá cambió mi mundo”, explicó el artista. “Perdí la motivación, me desorganicé, me desenfoqué, dejaba de cantar, dejaba de asistir a ciertos programas de radio hasta de televisión en la capital”.
Al deceso de su padre se sumó la depresión de la madre, que agravó su estado.
El acompañamiento al padre durante la enfermedad fue doloroso para el músico. “Yo preferí ser más hijo que artista”.
Estuvo junto a su madre durante una larga depresión y, según explicó, perdió las ganas de hacer música. “Yo no tenía cabeza, yo no tenía cabeza, perdón, yo no tenía cabeza, yo no tenía ganas, yo no quería, no me salía del corazón”.
“Yo quería ser más hijo, estar en short y en chancletas con mi mamá, aguantar a mi mamá a la hora de caminar, de ir al baño, compartir con mis hijos”, afirmó Gardi.