LA HABANA, Cuba.- El periodista independiente y preso político del 11J, Carlos Michael Morales Rodríguez, denunció recientemente a través de una carta de su puño y letra, la gran represión que sufre junto a los también presos políticos Liván Hernández Sosa y Leonel Tristá García en la prisión de Manacas, provincia de Villa Clara.
Según denuncia Morales Rodríguez, la dirección del penal viola constantemente el reglamento penitenciario y la Ley de ejecución penal. “Kadil Hernández Cabrera, jefe de la prisión antes mencionada, Dariel Mesa Cordovés e Inaudy Martínez Rodríguez, segundo jefe de la unidad y jefe de orden interior respectivamente, se muestran complacientes con los reos chivatos y otros guapos, permitiéndoles toda clase de indisciplinas (algunas muy graves que pueden costarle la vida a un reo), con nosotros, los presos políticos, se muestran represivos en gran manera y agresivos”, se lee en el documento.
El periodista expone también en su misiva que en el mes de agosto uno de esos reos apañados por los carcelaros, intentó apuñalar a otro con un punzón, sin que esto repercutiera en ninguna medida disciplinaria para el atacante, y otros sucesos, algunos de gravedad, en los que las autoridades del penal no han reaccionado en modo alguno; sin embargo, a los presos políticos se les ha aislado en celdas tapiadas y cubículos de aislamiento sin ningún motivo, medida esta que él ha sufrido, así como Liván Hernández Sosa.
Otra denuncia importante hecha por Carlos Michael Morales en la carta está relacionada con el acoso y amenazas que con mucha frecuencia recibe de parte de un oficial de la Seguridad del Estado que se hace nombrar Diego. El agente lo ha amenazado con fabricarle una causa para alargar su encarcelamiento que debe terminar en el mes de marzo. “El pasado 14 de noviembre, el jefe de la prisión de Manacas, Kadil Hernández Cabrera, me dijo que sería conducido para el régimen de Guamajal y que mi expediente ha sido elevado para la Sección 21 para que, por la más mínima acción que yo haga, sea procesado con una nueva causa…”, agrega.
Carlos Michael denuncia además la hambruna que sufren los presos del penal: “… la comida es extremadamente poca y mal elaborada…”, e informa sobre los niveles de corrupción en los que se mueve la directiva de la prisión, según él, “presos que han sido en su momento privilegiados y que han logrado tener mucha información sobre los actos deshonestos y corruptos que los miembros de la dirección del penal han cometido, han manifestado que Kadil Hernández e Inaudy Martínez, con los recursos de la prisión y los presos del área militar, hacen trabajos para su economía particular”.
Como bien expresa el preso político en su carta, su condena debe terminar en solo tres meses, por lo que es importante estar atentos a la suerte de este preso político cubano, al que la Seguridad del Estado amenaza con volver a encarcelar si una vez libre continúa con su labor de periodista independiente, tal y como él pide al final de su misiva: “Hago un llamado al exilio cubano y a todas las organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos a que condenen estas amenazas que me han hecho y que monitoreen mi situación”.
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