GUADALAJARA, México.- La periodista de CubaNet Camila Acosta está siendo estrictamente vigilada y acosada por la policía política cubana.
En el contexto de la tercera conmemoración de las protestas multitudinarias del 11 y 12 de julio de 2021, la Seguridad del Estado ha establecido un cerco policial alrededor de su casa.
Por tres días consecutivos, dos hombres y dos mujeres policías están apostados en los bajos de la casa de Camila Acosta y se mantienen expectantes por si tienen que detenerla.
A pesar de la falta de combustible para trasladar enfermos y fallecidos, el régimen gasta recursos en su sistemático trabajo de acoso y represión contra los opositores.
“Como ha solido suceder, la patrulla con los dos policías, dos mujeres vestidas de civil, que son de la brigada de las ‘marianas’. Y hoy hay un oficial de la Seguridad del Estado en la moto. Ya era sabido que en fechas como estas suelen poner esa vigilancia justamente para impedirnos salir a la calle, para evitar cualquier manifestación de descontento, o en el caso de nosotros, simplemente reportar”, declaró Camila Acosta a CubaNet.
Se trata, como reafirmó, de una estrategia de las dictaduras militares, donde disponen de todos los recursos para la represión: “para reprimir, para controlar, como fue el despliegue que vimos el 11 de julio del año 2021, como ha sido todo el despliegue represivo que hemos visto en fechas como estas”.
Desde entonces, desde ese estallido popular del 11 de julio donde el pueblo mostró su hartazgo por la dictadura, el acoso policial ha ido creciendo.
“Tienen toda la disponibilidad de recursos para ese tipo de cuestiones represivas, de control ciudadano, de expresión, de ideología, sin embargo, no hay combustible para las ambulancias, apenas hay ambulancias, apenas hay medicamentos. Hay recursos para construir hoteles, pero no hay para construir viviendas. Así es como funcionan las dictaduras militares y es lo que estamos viendo, que una prioridad para ello es el control ciudadano en lugar del beneficio, del bienestar ciudadano”, concluyó la periodista.
Represión en vísperas del y posterior al 11 de julio
En vísperas de la conmemoración del tercer aniversario de las históricas protestas del 11 y 12 de julio (11J) en Cuba, se intensificaron el acoso y la represión por parte de la Seguridad del Estado hacia activistas, periodistas independientes y defensores de los derechos humanos.
Entre las víctimas de esta represión estuvo José Luis Tan Estrada, corresponsal de CubaNet en Camagüey, quien el 5 de julio fue arbitrariamente detenido en el parque Agramonte por agentes de la Seguridad del Estado. Durante el interrogatorio, fue amenazado y advertido de no participar en ninguna actividad el 11 de julio. Aunque fue liberado después de varias horas, la amenaza de prisión persiste.
Otros activistas también han sido blanco de esta campaña represiva. Raymar Aguado Hernández, escritor y activista, fue citado por la oficial Annette Rosales, para un interrogatorio el 9 de julio. Alejandro Garlobo fue amenazado con prohibiciones de salir de su hogar los días 11, 12 y 13 de julio. Eliosbel Quevedo Valladares, coordinador de FANTU en Cumanayagua, Cienfuegos, recibió amenazas de “desaparición” si realizaba alguna acción por el aniversario del 11J. Omar Suárez Campos y José Rolando Casares también fueron advertidos de arresto domiciliario el 11 de julio.
La periodista Yunia Figueredo denunció la vigilancia constante de agentes de la Seguridad del Estado alrededor de su casa. Freddie del Sol fue citado telefónicamente para una “entrevista” con dos agentes, según denunció Cubalex.
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