Josué García, un joven padre soltero de 23 años, pidió angustiado apoyo para comprar los medicamentos que requiere su hijo de 4 años, quien sufrió un trágico accidente en la playa.
El menor, Ezequiel García, padece daños cerebrales tras permanecer entre 15 y 25 minutos bajo el agua. Lleva dos meses hospitalizado, periodo en el que su padre no ha podido trabajar.
Josué explica en redes sociales que como resultado del ahogamiento incompleto, el niño desarrolló una encefalopatía hipóxica grave que compromete su cerebro. Los costosos medicamentos necesarios no están disponibles en Cuba.
El desesperado progenitor, que también tiene a cargo a su madre enferma, pide cualquier ayuda económica o recursos médicos para salvar la vida de su adorado hijo.
Estas situaciones extremas de desesperación son cada vez más frecuentes y las vemos a diario en las redes sociales en medio de la interminable crisis que sume al país en inseguridad y vulnerabilidad extrema, sobre todo a familias con niños hospitalizados.
El régimen ha visto colapsar toda su maltrecha economía hundido por la falta de combustible y de dinero alimentos y medicinas, mientras miles de cubanos como Josué luchan por conseguir lo básico para sus seres queridos.
La dramática súplica conmueve y expone las penurias de un pueblo desamparado por un sistema que solo ofrece desolación. Urge solidaridad ante tanto sufrimiento.
