LA HABANA, Cuba.- El pasado 19 de marzo, el opositor Luis Alexis Peña Cobas fue detenido en Najasa, Camagüey, por el supuesto delito de robo con fuerza. Luego, fue trasladado a la unidad tercera en la ciudad de Camagüey, donde se encuentra actualmente.
A Luis lo acusan de haber robado tres escopetas y un millón de pesos correspondientes al salario de los trabajadores de Flora y Fauna en el municipio. El robo ocurrió en el área protegida de la Sierra del Chorrillo, perteneciente a la Empresa Nacional para la Protección de la Flora y la Fauna, dirigida a nivel nacional por el comandante Guillermo García Frías.
La hermana de Luis, Marianela Peña Cobas, expresó a CubaNet que los instructores encargados de la detención de su hermano la mantienen “desinformada”. Según ella, el arresto tuvo lugar durante la noche del día 19 y “se llevaron a Luis con la ropa que traía, un short camiseta y chancletas, lo esposaron frente a su hijo y no le permitieron cambiarse”.
Marianela también menciona que existen testigos que afirman que él “no estaba trabajando el día del robo y que estuvo en la iglesia hasta las 11 de la noche”. Además, hace referencia a que el jefe del sector, de apellido Fall, mostraba una especie de obsesión con Luis, ya que cualquier situación o problema que surgía, iba directamente a la casa de Luis Alexis. Incluso, un mes antes, un teniente coronel de la policía del lugar lo insultó y lo amenazó con “hacerle daño”.
Según Marianela, Luis padece de una úlcera y “está sufriendo mucho debido a que no le proporcionan una alimentación adecuada ni medicamentos”. Ella considera que el delito de su hermano es simplemente llevar el apellido que lleva, ya que constantemente le hacían la vida imposible debido a la oposición al régimen por parte de la familia.
La denuncia publicada por el activista Jose Luis Acosta sugiere que las personas responsables del robo no parecen tener un perfil sospechoso, sino que “fueron seleccionadas al azar”.
Residentes del municipio declararon a CubaNet que durante la noche del robo “hubo un apagón” y hay versiones contradictorias sobre cómo los responsables lograron acceder a las instalaciones llenas de vegetación. Algunos afirman que “forzaron los candados”, mientras que otros sostienen que “utilizaron llaves”.
El incidente ha tenido consecuencias económicas para los trabajadores afectados y ha generado una sensación de inseguridad en el área. La sustracción de armas de las instalaciones plantea un riesgo para la seguridad de la comunidad, ya que existe la posibilidad de que se cometan más robos debido a la posesión de dichas armas.
Hasta el momento, no se cuenta con información que indique una posible motivación política detrás de los hechos. Tampoco se ha emitido ningún comunicado por parte de medios oficialistas.
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