MIAMI, Estados Unidos. – La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha donado 19,6 millones de dólares al Gobierno de Cuba para afrontar los estragos que dejaron los huracanes Oscar y Rafael, así como varios movimientos telúricos, ocurridos entre el 20 de octubre y el 10 de noviembre de 2024.
Sin embargo, la cifra representa menos de un tercio de los 78,3 millones que el organismo busca reunir para la recuperación total de la Isla.
En un reporte difundido este miércoles a través de su cuenta en la red social X, la ONU detalló que, hasta el 18 de diciembre, 478.328 personas recibieron suministros básicos de alimentos (aceite, arroz y granos), 1.849 familias obtuvieron kits de higiene y 7.420 hogares accedieron a depósitos de 10 litros para almacenar agua. Paralelamente, se han entregado 425 soluciones temporales de vivienda (tiendas y carpas) y 5.000 lonas para techos, además de dotaciones de cocina, lámparas solares, generadores eléctricos y tejas para centros escolares.
A pesar de esta asistencia, quedan cuantiosas brechas de financiamiento en sectores clave. De los 24,4 millones de dólares requeridos para albergues, vivienda y recuperación temprana, todavía faltan 20,5 millones. Mientras, en el apartado de agua, saneamiento e higiene se precisan 17,5 millones, restando por reunir 14,9 millones. La seguridad alimentaria y nutrición demanda 20,1 millones, de los cuales faltan 7,9.
Más allá de los fondos internacionales, gobiernos de países como México, Panamá y Canadá, la Unión Europea, el régimen de Venezuela, la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC), la Media Luna Roja y el grupo The People’s Forum han realizado donaciones para apoyar a los damnificados. Sin embargo, el Estado cubano ha generado controversia al vender parte de esas contribuciones a quienes lo perdieron todo. En diciembre, en Guantánamo, se reconoció la comercialización de colchones donados, cuyos precios exceden un tercio del salario mínimo del país.
Por otro lado, en el municipio de Pilón, provincia Granma, 22 de las 41 escuelas dañadas por los temblores del 10 de noviembre han sido rehabilitadas. Según informó el diario oficial Granma, las restantes instituciones —entre ellas ocho con afectaciones graves— están pendientes de intervenciones constructivas mayores.
Entre las que exigen demoliciones parciales se encuentra el círculo infantil Pequeñines de Celia, mientras que más de 1.600 estudiantes de tres escuelas primarias fueron reubicados en locales alternos y entidades estatales. Para paliar la situación educativa, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) donó 20 carpas multipropósito que actualmente funcionan como aulas temporales.
