LA HABANA, Cuba.- Este lunes 13 de noviembre el activista matancero Yoelkis Torres Tapanes reportó en su perfil de Facebook un nuevo hecho de violencia en un sitio de encuentro LGBTI de la ciudad de Matanzas.
La víctima, a quien se le conoce como La Menor y se identifica como una persona dentro del espectro transfemenino, recibió varias cortaduras y perforaciones con una botella de vidrio.
La Menor, de 17 años, fue socorrida por personas que se encontraban en el área y la trasladaron a un policlínico cercano. De ahí fue remitida a Terapia Intensiva del Hospital Provincial Pediátrico Eliseo Noel Camaño de la ciudad de Matanzas, donde se encuentra actualmente.
En la publicación, el activista afirmó que se desconocían las causas que motivaron este ataque, aunque “en un primer momento parece ser por robo”, especuló.
Más tarde, luego de visitar a la víctima en el hospital, confirmó vía WhatsApp que el robo del celular de la víctima habría sido lo que desencadenó las agresiones por parte de quien le acompañaba esa noche.
“El tipo estaba con ella, la invitó a una cerveza, después de la cerveza salieron de ahí y La Menor dijo que le faltaba el teléfono. En ese momento el tipo picó la botella de la cerveza, le fue arriba, le rajó la oreja, le dio un puntazo en la garganta, en la espalda y en el brazo cuando lo puso para defenderse.”, relató Torres.
De acuerdo con el testimonio de la víctima, el agresor, que ya fue capturado, estaba borracho. El sujeto se encontraba en libertad condicional y se buscaba por otros delitos.
Al preguntarle si consideraba este hecho como una agresión por motivo de odio, el activista reconoció no estar seguro: “Faltan muchos detalles por contarse, y estos casos suelen ser muy complejos; no siempre es sencillo determinar dónde hay odio, dónde fue una agresión por cualquier otro motivo, como lo que parece ser principalmente esta, un robo, asalto, u otros, o dónde hay una mezcla de varios factores”.
No obstante, en su publicación enfatizó que “actos tan seguidos de violencia, deben ser parados de alguna manera”.
De ser confirmado como un ataque con agravante por prejuicio de género u orientación sexual, este se sumaría a la más de media decena ocurridos y difundidos en los últimos meses, solo en las ciudades de Matanzas y de Cárdenas en la provincia Matanzas.
El propio Torres hace una semana denunció la agresión que sufrió Roxana, una mujer trans de Cárdenas, quien fue degollada y apuñalada en varias partes del cuerpo, sobre todo en el rostro y la cabeza, las cuales le provocaron varias fracturas de cráneo.
Caso que, a su vez, se sumó a los “más de cinco” hechos de violencia contra personas LGBTI, fundamentalmente trans y travestis de la ciudad de Cárdenas, que el propio activista aseguró haber dado seguimiento.
En aquel momento denunció también la inacción por parte de las autoridades pertinentes y del Centro Nacional de Educación Sexual y su Red Transcuba, el poco interés en actuar para detener la violencia por motivos de género y orientación sexual.
El también activista matancero Yadiel Cepero, a raíz de la noticia del ataque a La Menor, expresó en su perfil de Facebook que las agresiones recientes son solo una dura muestra de las violencias a las que han sido sometidas las personas trans durante años, y que se intensifican ante la crisis actual que vive el país.
Enfatizó en la obligación de las instituciones del Estado y las autoridades en poner fin a la inseguridad que se vive en las calles.
“¿De qué manera el Programa para el adelanto de las mujeres está contribuyendo a mejorar la calidad de vida de las mujeres trans? ¿Cuándo se acaba de aprobar la política de educación integral de la sexualidad y el MINED pone en vigor la Resolución 16/2021? ¿Cuándo nuestras calles volverán a ser seguras? ¿Cuántas tendrán que morir o ser lesionadas?”, reclamó el activista.
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