El mercenario cubano Raibel Palacio Herrera murió el viernes 12 de enero a causa del ataque de un dron en una zona de Ucrania oriental ocupada por Rusia.
El joven de 21 años, natural de Songo La Maya, Santiago de Cuba, había sido reclutado en noviembre por una mujer rusa que le pagó el pasaporte y pasaje aéreo, además de prometerle 200.000 rublos por trabajo de construcción.
Según su esposa, Melissa Flores, a Palacio le dijeron que no combatiría, aseguró Univisión 23 Miami.
La familia supo la noticia porque un oficial que conocían como “Gilberto Herrera Shuman” les escribió por Whatsapp:
“Con un dolor inmenso debo informarle que hoy nos trajeron la noticia de que Raibel fue alcanzado por un dron, resultando en su fallecimiento junto a otro compañero que se encuentra gravemente herido. Mi más sentido pésame y el de todos los compañeros que estamos aquí”.
El supuesto oficial envió además un video del ataque, difundido por canales rusos, que coincide con una pieza del medio argentino Canal 26 sobre un ataque con drones ucranianos, en la que murieron dos personas y otras seis resultaron heridas.
“Se lo habían dicho, que ellos iban para la guerra, pero que no iban a combatir ni nada, que iban a abrir trincheras, de construcción”, afirmó la esposa.
Palacio le dijo a su pareja, desde Ucrania, que no habían cumplido lo prometido, que había sifo estafado.
Era padre de dos niñas pequeñas.
Los hackers ucranianos del grupo Cyber Resistance revelaron que continúan llegando mercenarios cubanos a Rusia para unirse a las filas de ese ejército en la guerra contra Ucrania.
La iniciativa InformNapalm publicó fotografías del pasaporte de al menos 59 cubanos más que llegaron entre el 25 de agosto y el 29 de septiembre a la ciudad rusa de Tula para firmar contratos con el ejército ruso.
Esta prueba refuta las declaraciones de las autoridades cubanas en las que aseguraba haber bloqueado el canal de suministro de mercenarios a Rusia y el anuncio de la detención de 17 personas bajo sospecha de participar en la trata de personas.
