Home Cuba Muere Bill Richardson, el hombre que liberó a presos cubanos, pero no...

Muere Bill Richardson, el hombre que liberó a presos cubanos, pero no pudo con Alan Gross

0
Muere Bill Richardson, el hombre que liberó a presos cubanos, pero no pudo con Alan Gross

El ex gobernador de Nuevo México de origen hispano Bill Richardson, quien fue embajador de Estados Unidos ante la ONU y secretario de Energía bajo la Presidencia de Bill Clinton, falleció a los 75 años en su domicilio, informó este sábado el Centro Richardson para el Compromiso Global.

“Vivió toda su vida al servicio de los demás, incluido su tiempo en el Gobierno y su carrera posterior ayudando a liberar a personas tomadas como rehenes o detenidas injustamente en el extranjero”, apuntó Mickey Bergman, vicepresidente del Centro Richardson, en un comunicado.

Richardson murió mientras dormía en su casa de verano en Massachusetts, detallaron CCN y otros medios estadounidenses. El demócrata, tras concluir su carrera política, se dedicó a trabajar para liberar a los estadounidenses detenidos en el extranjero.

A lo largo de su carrera Richardson intercedió para la liberación de rehenes y prisioneros en lugares como Cuba, Corea del Norte, Irak, Rusia y Sudán. Como parte de esta faceta tuvo un acercamiento con La Habana en varias ocasiones desde la década de 1990.

En 1996, siendo congresista demócrata, Richardson consiguió la liberación de los presos políticos Carmen Arias Iglesias, Luis Grave Peralta Morell y Eduardo Ramón Prida, tras sostener una reunión de dos horas en La Habana con Fidel Castro. De acuerdo con el diario español El País, el político estadounidense pretendía la ex carcelación de 12 personas.

En 1996, siendo congresista demócrata, Richardson consiguió la liberación de los presos políticos Carmen Arias Iglesias, Luis Grave Peralta Morell y Eduardo Ramón Prida, tras sostener una reunión de dos horas en La Habana con Fidel Castro

Richardson retornó a la Isla como gobernador de Nuevo México en 2009 para promover el intercambio comercial y cultural. El demócrata, cercano a Barack Obama, aprovechó que desde 2001 se habían reanudado las operaciones comerciales en Cuba de empresas estadounidenses, después de que el Gobierno de Washington excluyera alimentos y medicinas del embargo financiero y comercial que aplica a la Isla desde 1962.

Como parte de ese viaje, que el mismo Richardson costeó, se reunió con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez y con el entonces presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, según el diario español El Mundo.

En 2010 retornó a la Isla para, además de promover los intercambios comerciales y culturales, ser intermediario en la liberación del contratista Alan Gross, preso en Cuba. Al siguiente año, en septiembre, se frustró un nuevo intento por la liberación. “Mi sensación es que hay algunos elementos en su Gobierno [el de Cuba] que no quieren mejorar las relaciones con Estados Unidos”, dijo Richardson entonces.

“La acción de Cuba pareció ser un desaire extraordinario hacia el destacado demócrata de habla hispana y ex embajador de la ONU que ha tenido relaciones cordiales con el Gobierno de la isla. No hubo información del Gobierno cubano sobre por qué Richardson no pudo ver a Gross, quien habitualmente ha recibido visitas de diplomáticos y miembros del Congreso estadounidense”, publicó The Washington Post.

En este mismo diario, Richardson publicó un artículo en 2013 en el que subrayó el fiasco de La Habana. “Aprendí esta lección de la peor manera —escribió— en 2011, cuando las autoridades cubanas inicialmente rehusaron liberar y entregarme al trabajador de la Usaid Alan Gross, y dije que no me iba de Cuba sin él”.

“Mi queja pública hizo que los cubanos estuvieran menos dispuestos a negociar; estaban claramente molestos de que había tratado de avergonzarlos. Gross sigue hoy en una prisión cubana”, agregó entonces.

En 2010 retornó a la Isla para, además de promover los intercambios comerciales y culturales, ser intermediario en la liberación del contratista Alan Gross, preso en Cuba

Gross fue liberado finalmente el 17 de diciembre de 2014, en simultáneo con los tres agentes cubanos de la llamada Red Avispa, presos en Estados Unidos.

El nombre de Bill Richardson apareció en varias ocasiones entre los candidatos al Premio Nobel de la Paz. Hace solo unos días se conoció que este año nuevamente fue nominado, esta vez por cuatro senadores demócratas, Bob Menéndez, Joe Manchin, Martin Heinrich y Ben Ray Luján.

“No hace falta decir que me siento honrado por esta nominación a un premio prestigioso, sabiendo que es una posibilidad remota”, apuntó el pasado día 25 Richardson al diario The Hill. Su nominación estuvo respaldada por 14 cartas de ex rehenes y sus familias, elogiando su papel en su liberación.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó este viernes el fallecimiento del ex gobernador de Nuevo México. “Era un patriota y verdaderamente genuino, y no se le olvidará”, dijo el mandatario en un comunicado en el que repasó los muchos hitos en la vida de Richardson.

“Bill Richardson acarreó muchos títulos de peso durante su vida”, dijo Biden en su mensaje. “Pocos han servido a nuestra nación de tantas maneras o con tanta insistencia, creatividad y buen ánimo”, añadió.

También el ex presidente estadounidense Bill Clinton y su mujer, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, lamentaron el fallecimiento de Richardson con un mensaje en el que se refirieron al político como “un negociador magistral y persistente”. “Ayudó a hacer de nuestro mundo un lugar más seguro y logró que se liberara a muchas personas detenidas de manera injusta en el extranjero”, aseguraron los Clinton.

Bill Richardson nació en Pasadena, California, aunque creció en el barrio de Coyoacán de la capital mexicana ya que su padre, un ejecutivo bancario de ascendencia angloamericana y mexicana, estaba destinado allí. Su madre era mexicana de origen español.

Siendo niño lo enviaron a estudiar a Estados Unidos y más tarde se licenció en Ciencias Políticas en la Universidad de Tufts en 1970. Desde muy joven comenzó su carrera política como congresista republicano. Trabajó también en el Departamento de Estado con Henry Kissinger durante la Administración de Richard Nixon (1969-1974).

En 1982 fue elegido congresista de la Cámara de Representantes por Nuevo México. Pasó 14 años en el Congreso, donde conoció a Bill Clinton (1993-2001) y comenzó a involucrarse, de manera circunstancial, en las negociaciones para liberar rehenes.

Fue en 1994 cuando Clinton le pidió que participara en la liberación de dos pilotos estadounidenses cuyo helicóptero fue derribado en el espacio aéreo de Corea del Norte, ya que Richardson casualmente se encontraba de visita en el país.

En 1997, Clinton lo nombró embajador de Estados Unidos ante la ONU (1997-1998) y, un año después, fue elegido secretario de Energía hasta el final del segundo mandato del presidente demócrata. Fue el político hispano que más alto llegó en aquellos años.

Entre las últimas tareas que realizó, Richardson actuó como mediador en varios intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, entre ellos la baloncestista Brittney Griner y el estudiante estadounidense Trevor Reed

En aquella época participó también en varias misiones de política exterior, entre ellas una negociación en Bagdad con Sadam Huseín para asegurar la liberación de dos trabajadores aeroespaciales estadounidenses que habían sido capturados por los iraquíes.

Tras el fin del Gobierno de Clinton, en 2002, Richardson se convirtió en el único gobernador hispano de EE UU en ese entonces y el quinto en la historia de Nuevo México, el estado con mayor porcentaje de población latina del país.

Fue gobernador durante dos mandatos y en 2008 buscó la candidatura demócrata a la Presidencia, pero la abandonó después de las primarias de Iowa y New Hampshire.

Entre las últimas tareas que realizó, Richardson actuó como mediador en varios intercambios de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, entre ellos la baloncestista Brittney Griner y el estudiante estadounidense Trevor Reed, a finales del año pasado.

Casado con su amiga de la infancia Barbara Flavin, con quien tuvo una hija, es también autor de tres libros, entre ellos How to Sweet-Talk a Shark: Strategies and Stories from a Master Negotiator, y era frecuente su participación como comentarista en distintos canales de televisión como CNN o Fox News.

Además del Centro Richardson para el Compromiso Global, Richardson creó la Fundación para Preservar la Vida Silvestre de Nuevo México, con el actor Robert Redford, para proteger a los caballos salvajes.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.

Exit mobile version