Seis días después de la muerte del cubano Luis Enrique Méndez, que sería retornado a la Isla en un vuelo, el Instituto Nacional de Migración (INM) suspendió los llamados “retornos asistidos”, a través de los cuales México ha devuelto a 789 migrantes este año. Según un funcionario que pidió el anonimato, “existe una pausa de procedimiento” hasta nueva orden.
Migración informó que Méndez sería devuelto con otros cubanos en un vuelo el día 16 de noviembre, sin embargo, el funcionario contó a 14ymedio que no se tenía registrado “ningún traslado al aeropuerto” ese día, así como tampoco “un listado de migrantes”. Un día antes fueron devueltos 43 cubanos.
“El INM maneja un doble discurso con el Gobierno de López Obrador. En el papel ya no hay deportaciones”, dice a 14ymedio el abogado José Luis Pérez. “Migración ha sabido maquillar esas salidas bajo la figura jurídica de un ‘retorno asistido’, es decir, que los cubanos pidieron retornar a su país de origen cuando no es verdad”.
México, explica el letrado, “podría impedir a un cubano ingresar al país si cuenta con antecedentes delictivos, terroristas, pero estas personas no los tienen. Salen de su país huyendo del hambre, de la violación a los derechos humanos y la libertad de expresión”.
“El INM maneja un doble discurso con el Gobierno de López Obrador. En el papel ya no hay deportaciones”
De acuerdo con lo revelado a este diario, Cuba aceptó los retornos de sus connacionales a partir del mes de octubre, siempre y cuando los gastos de traslado fueran cubiertos por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. “Se maneja un costo de 4.000 pesos (237 dólares) por cada migrante”.
Desde que México reanudó los vuelos a La Habana, utilizó los servicios de la aerolínea Viva Aerobús. En total ha traslado a 435 cubanos en cinco conexiones. “Migración cuenta con una partida presupuestal para las deportaciones. No es un gasto nuevo”, señaló el funcionario.
En 2013, el INM confirmó que anualmente gastaba más de mil millones de pesos (58 millones de dólares) para repatriar a migrantes extranjeros, la mayoría centroamericanos.
“México pagaba mucho dinero por el retorno de los migrantes, por ello, detuvo los vuelos”, comenta el abogado. “Con un Gobierno que habla de austeridad y los acercamientos que tiene con Estados Unidos para detener el flujo migratorio, no dudaría que el dinero venga del país norteamericano”.
Odlanier, es un cubano que ante la demora en los trámites en Migración para obtener un salvoconducto, busca salir con ayuda de un coyote hacia la frontera norte de México. “Estoy esperando un envío de dinero, porque aquí no hay nada seguro”, cuenta a 14ymedio. Este migrante llegó el 2 de noviembre a Tapachula y asegura que la estación Siglo XXI, donde falleció su compatriota Luis Enrique Méndez, liberó a varios extranjeros el 16 de noviembre. “Varios se unieron a la caravana y ya están en Oaxaca, otros no han salido por miedo a que los detengan y los deporten”.
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