En la provincia de Guantánamo se han registrado 124 intentos de suicidio entre enero y septiembre de este año, la mayoría de ellos adolescentes y jóvenes.
Un informe del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, citado por la prensa local, indica que las mujeres fueron las que más lo intentaron. De ellas, 71 tenían entre 15 y 18 años. Mientras que entre los hombres el mayor número de casos eran jóvenes con edades comprendidas entre los 19 y 24 años.
La doctora Melba Ramírez Romaguera, especialista de Segundo Grado en Siquiatría, del Hospital Luis Ramírez López, de Guantánamo, calificó el fenómeno como una “tragedia que afecta gravemente no solo a los individuos, sino también a las familias y a las comunidades” e insistió en la necesidad de reforzar las acciones de “educación para la salud para incrementar la percepción de riesgo en los más vulnerables”.
El suicidio, aseguró, constituye la décima causa de muerte tanto en Guantánamo como en toda Cuba.
“Según informes epidemiológicos, en el país, al igual que en la provincia, el suicidio constituye la décima causa de muerte, y aunque los fallecimientos disminuyen respecto a igual etapa del año anterior en un 14,4%, aumenta el riesgo en los municipios de Caimanera, Guantánamo y Niceto Pérez”, dijo.
La funcionaria aclaró que entre las principales causas de estas conductas están las enfermedades crónicas graves, especialmente a las siquiátricas, sin mencionar la escasez de medicamentos para pacientes con trastornos mentales en el país.
“Generalmente en la adolescencia es más recurrente, porque se abochornan con facilidad ante las burlas, no soportan el trato ridiculizante, humillante u ofensivo”, detalló. En el caso de las personas de la tercera edad, señaló que “muchos no aceptan secuelas de enfermedades crónicas, como incapacidades. Aflora la tristeza por la soledad y los problemas económicos por los que atraviesan”, comentó.
“Son muchas las acciones que se pueden realizar, pero lo primero es sensibilizar a la población sobre el problema e identificar a las personas de mayor riesgo, como los más jóvenes y los adultos mayores; ayudarlos a afrontar el estrés en el ámbito familiar y social”.
En mayo pasado el ministro de Salud Pública del régimen, José Ángel Portal Miranda, se refirió al tema durante el balance anual del sector en el Parlamento y confirmó que esta constituía la décima causa de muerte en el país. No obstante, el funcionario no mencionó el término, refiriéndose a él como “lesiones auto-infligidas”, tal y como aparece en muchos de los registros oficiales que publica la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
“Entre las diez primeras causas de muerte se ubicaron las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores; las enfermedades de las arterias, arteriolas y vasos capilares; la Diabetes Mellitus; la Cirrosis y otras afecciones crónicas del hígado, así como las lesiones auto-infligidas”, dijo el ministro en esa reunión.
Apenas unas semanas después de su intervención, el periódico local Escambray habló de los intentos de suicidios en la provincia de Sancti Spíritus. En ese territorio, según cifras oficiales, las autoridades de salud registran alrededor de 200 adolescentes con “conducta suicida” cada año.
El doctor Conrado Ronaliet Álvarez Borges, especialista de primer grado en Siquiatría Infantil, explicó que los casos más frecuentes son en niños de entre 13 y 14 años de edad.
En 2019, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) publicó un informe donde se señalaba el suicidio como una de las principales causas de muerte entre jóvenes en América Latina y apuntó que Cuba era uno de los países más afectados por este fenómeno en la región.
Los datos más recientes de la ONEI en su Anuario Estadístico de Salud de 2021 señalan que los hombres son los que más se suicidan en Cuba pero que las mujeres lo intentan con más frecuencia. De acuerdo al informe, casi 9.000 personas se quitaron la vida en Cuba entre 2014 y 2020.
