Por la avenida 23, la más trepidante de La Habana, no circulaba ningún vehículo la mañana de este jueves. En varias esquinas, una multitud de cubanos espera la llegada de la guagua, que no pasa desde primera hora. Incluso se anulan conciertos “por ahorro de energía”. Las señales de la crisis están por todas partes.
En el puerto, la patana turca emite una niebla poco densa, en lugar de su formidable –y dañina– columna de humo. Al otro lado de la bahía, la refinería se ve apagada. Sin embargo, los petroleros siguen arribando a las costas de la Isla, y en un número superior al habitual. Eso sí, desconectan sus radares al entrar en las aguas territoriales, pero las aplicaciones de rastreo marítimo y las observaciones de los expertos no mienten: Cuba sigue recibiendo petróleo, y en cantidades importantes, de Venezuela, México, Rusia y otros aliados. ¿Qué hace el régimen con ese combustible y por qué el país está sumido en la debacle energética? Ninguna autoridad ha explicado hasta ahora esta contradicción.
Atento al flujo de los petroleros, el experto de la Universidad de Texas Jorge Piñón señala a 14ymedio las coordenadas de los barcos que se dirigen a la Isla. “Del puerto mexicano de Pajaritos –que ha estado en el foco de atención tras la polémica sobre un millonario crédito que la estatal Pemex negociaba con el Banco de Importaciones y Exportaciones de EE UU (Exim)– salió a las 11:00 pm de este miércoles el Delsa, que carga aproximadamente 385.000 barriles de crudo”, expone Piñón. Solo en octubre, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha enviado 800.000 barriles a la Isla.
En el puerto de Matanzas hay cuatro tanqueros: el Marianna V.V. (bandera de Liberia), el Sandino (Cuba), el Aquila (Panamá) y el Primula (Belice), mientras que en Mariel está el Caribbean Alliance, con pabellón panameño. En Moa, Holguín, está anclado el Prairie Tulip, registrado en Madeira.
— 14ymedio (@14ymedio) October 19, 2023
Por su parte, el Alicia –con bandera cubana– salió del puerto venezolano de José con una cantidad estimada de 290.000 barriles de crudo, mientras que el Lourdes, también cubano, está en espera de recibir un cargamento para retornar a la Isla. El buque Petion está anclado, con el mismo objetivo, en el puerto de La Cruz, también en Venezuela, donde estuvo el Sandino, uno de los barcos con bandera cubana que con más frecuencia viaja a la terminal de José.
Con estos datos, es inconcebible que la refinería de La Habana no esté procesando los 22.000 barriles por día (bpd) que debería tratar en condiciones normales, opina Piñón. Un reportero de 14ymedio constató que la antorcha de la Ñico López estaba apagada este jueves, aunque tiene un tanquero anclado junto a ella, el LPG Emilia, con bandera cubana.
“Venezuela tendrá un respiro en su producción petrolera gracias a la eliminación, por seis meses, de las sanciones impuestas por EE UU”, añade el experto. “Es posible que para fin de año lleguen a una producción de un millón de barriles diarios. De momento, su nivel es de 800.000 bpd”, lo cual garantizará –e incluso estará en condiciones de aumentar– sus envíos a Cuba, que son en promedio 57.000 bpd.
Sobre Venezuela, el experto estima también que aprovechará el aumento de la producción para elevar las ventas y oxigenar sus ingresos. El precio del barril de petróleo crudo alcanza actualmente los 90 dólares.
Mientras tanto, los cubanos siguen viviendo uno de los peores momentos de la crisis de suministro en la que el Gobierno cifra las causas de la paralización del país. En los pocos servicentros que brindan servicios, unos cuantos vehículos estatales hacen cola para llenar sus tanques con la exigua cantidad que se les brinda. Para los demás, queda ir a pie a sus centros laborales o arrojarse a empujones –como hacían este jueves una multitud de pasajeros– sobre las guaguas rojas de Transmetro, última tabla de salvación para quienes quieren moverse en La Habana.
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