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“Las tiendas en MLC pueden desaparecer, que nadie las va a extrañar”

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“Las tiendas en MLC pueden desaparecer, que nadie las va a extrañar”

SANTA CLARA, Cuba. – Hace cuatro años, justo cuando en Villa Clara habían decretado un toque de queda debido al alza de los casos de COVID-19, un grupo de revendedores solía ocultarse entre los arbustos del Estadio Sandino para marcar el turno de la mañana en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC). Allí pernoctaban y amanecían los coleros, que compraban enseguida que iniciaba la venta para marcharse cargados de cajas de cervezas, paquetes de salchicha, latas de puré de tomate y todos los productos en falta tras la “desaparición” del CUC. 

Por aquel entonces, ya los cubanos habían dejado de confiar en la promesa de que las divisas recaudadas con las nuevas shoppings serían destinadas a abastecer las tiendas en moneda nacional, precisamente porque cada uno de los locales de la Cadena Caribe y de la Corporación Cimex pasaron a vender en divisas depositadas en tarjetas y en su mayoría mantenidas desde el exterior. Estaba claro que habían llegado para quedarse, pero aquellas largas filas de cuadras enteras para las que había que sacar turnos con días de antelación, pasaron a la historia como otro capítulo más del “reordenamiento”. 

En medio del bulevar de la ciudad, la tienda Praga fue uno de los primeros establecimientos de su tipo en incorporarse a la venta en MLC. En un principio existían variedad de cárnicos cuyos precios oscilaban en dependencia del peso. También, esporádicamente, el establecimiento era abastecido con huevos, mantequilla y embutidos. Sin embargo, ahora sus anaqueles dejan mucho que desear: algunos paquetes de granos, pastas largas y cortas y enlatados extremadamente caros para el poco gramaje que contienen, que son dispuestos de forma continua en las estanterías como simulando un gran surtido. 

La tienda en MLC Praga, en Santa Clara
La tienda en MLC Praga, en Santa Clara (Foto de la autora)

“En comparación con años atrás por aquí no pasa ni el 80% de la gente que venía a diario”, confirma off the record una cajera de este establecimiento. “Yo recuerdo que terminábamos súper cansadas porque las cajas no se vaciaban, y se ponía peor cuando entraba la mercancía de alta demanda como el pollo, el detergente o el refresco de lata”. 

En cuanto a la sección de prendas de vestir, otra dependienta de El Billarista, tienda cercana también en MLC, comenta que hay ropa y zapatos allí a las que seguramente tendrán que modificarles el precio porque llevan algún tiempo en los estantes y tienen muy poca salida. 

La tienda en MLC Praga, en Santa Clara (Foto de la autora)

“En la Único me compré unas chancletas que al mes estaban todas despegadas y partidas por debajo”, describe Denet Álvarez, cliente afectada por la mercancía de “lento movimiento”. “Muchas veces los zapatos se ven muy lindos, pero no aguantan ni cinco puestas, y lo peor es que cuando pasa la semana de garantía no hay reclamación que valga”.

Aparte de que las tiendas en MLC se encuentran desprovistas de variedad de alimentos y productos de primera necesidad, muchas personas que reciben remesas desde el exterior prefieren vender la divisa y comprar en los pequeños mercados privados en moneda nacional. “Con vender 20 son más de 5.000 pesos que me dan para un cartón de huevos y algunas cosillas más”, calcula Eloísa Quintero, cliente de la tienda El Encanto. “Creo que la euforia fue al principio, cuando no teníamos más remedio que venir aquí, pero en la calle ya encuentras cosas más económicas”.

Oferta de mipymes privadas en Santa Clara (Fotos de la autora)

En el Minimax Sandino, por ejemplo, el precio de un paquete de frijoles equivale a más de 600 pesos al cambio informal y cuatro litros de helado cuestan cerca de 3.000. En tanto, los mercados de productos de importación, aunque tampoco son muy baratos, al menos han venido a suplir la demanda de alimentos en pesos cubanos para quienes no reciben ninguna ayuda económica de sus familiares en el exterior.

A pesar de que las tiendas MLC ya son poco frecuentadas, la moneda virtual continúa comercializándose de forma clandestina y actualmente sobrepasa los 285 pesos en el mercado informal. Un vendedor de divisas de los que operan en las cercanías del Parque Vidal resume que mucha gente lo compra para “hacer negocio”, sobre todo con el ron Havana Club y las cervezas marca Cristal o Bucanero.  

“Los MLC se venden por buchitos, no tanto por cantidad como pasa con los dólares y euros físicos, y son personas que lo necesitan para alguna compra específica”, destaca. “Ahora mismo, las tiendas en MLC pueden desaparecer, que nadie las va a extrañar”.

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