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La desaparición de la prensa republicana en Cuba

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La desaparición de la prensa republicana en Cuba
La desaparición de la prensa republicana en Cuba

MADRID, España.- Con la llegada al poder de la Revolución de Fidel Castro en 1959, muchos de los periódicos que habían sido pilares de la prensa republicana en Cuba dejaron de publicarse. Entre estos se encontraban El Diario de la Marina, Avance, Mañana, El País e Información, cada uno con una historia marcada por la pluralidad de opiniones, la crítica social y la influencia cultural.

El Diario de la Marina, autodenominado “Decano de la prensa de Cuba”, se fundó en 1844 tras la fusión de Lucero de La Habana y El Noticioso. Aunque algunos atribuyen su origen a 1832, cuando estos periódicos se unieron bajo la dirección de Isidoro Araujo de Lira, el primer número bajo su nombre definitivo apareció el 1 de abril de 1844. Ubicado en la calle Prado, El Diario de la Marina se consolidó como uno de los periódicos más importantes de la Isla, conocido por su carácter conservador y católico, además de su extensa sección de clasificados.

A lo largo de su historia, el periódico estuvo bajo la dirección de Nicolás Rivero Muñiz desde 1895 hasta 1919, y luego de su hijo José Ignacio hasta 1944. Durante este periodo, reunió a destacados columnistas como Gastón Baquero y Jorge Mañach, quienes contribuyeron al perfil literario y político de la publicación. El periódico se caracterizó por su postura católica y anticomunista, una línea editorial que se mantuvo incluso durante los primeros años de la Revolución. Sin embargo, la creciente polarización política en el país y el control estatal sobre los medios de comunicación llevaron a su cierre definitivo el 12 de mayo de 1960 por orden del gobierno de Fidel Castro.

Avance fue otro periódico que enfrentó la misma suerte. Fundado en octubre de 1934, era conocido por su estilo innovador, con un diseño llamativo que incluía caricaturas, fotografías y notas breves. Bajo la dirección interina del Dr. José I. Rivero y posteriormente del periodista Mario Massens, con Jorge Zayas como jefe de redacción, Avance se destacó por su cobertura de temas de interés nacional e internacional. Contó con colaboradores como Octavio de la Suarée y la escritora Mariblanca Sabas, lo que le otorgó un perfil intelectual y cultural significativo.

Durante el inicio de la Revolución en 1959, Avance apoyó las transformaciones, reflejando el entusiasmo que muchos sectores de la sociedad sentían por los cambios prometidos. Sin embargo, esta armonía no duró mucho. Jorge Zayas comenzó a denunciar los ataques en su contra y la dirección del periódico adoptó una postura crítica frente a las medidas revolucionarias. El 20 de enero de 1960, Zayas partió hacia Estados Unidos, y pocos días después, Avance fue intervenido por el gobierno. Su intervención marcó el inicio del fin de muchos otros medios considerados “burgueses”.

Mañana, por su parte, celebró su primer aniversario el 6 de diciembre de 1940, un año después de su aparición. Bajo la dirección de José López Vilaboy, empresario vinculado a Cubana de Aviación y otras empresas, el periódico comenzó con ocho páginas, ofreciendo columnas como “Al Margen”, “Caramelos” y “Sociales”; cubriendo una amplia variedad de temas. En los años cincuenta, Mañana se convirtió en Editorial Mañana S.A., ampliando su contenido a 16 páginas y sumando colaboradores como el crítico cinematográfico Mario Rodríguez Alemán. Aunque algunos lo consideraban “incoloro”, Mañana fue un medio representativo de la Cuba republicana.

Después del golpe de Estado de 1952, el periódico se alineó con el régimen de Fulgencio Batista, y utilizaba su plataforma para promover empresas como Cubana de Aviación. Mañana dejó de publicarse el 1 de enero de 1959, y fue reemplazado brevemente por Diario Libre, que también tuvo corta vida.

El País, fundado en 1922 en la calle Galiano de La Habana, alcanzó gran popularidad gracias a su contenido variado y a sus sorteos de regalos, que incluían desde casas hasta automóviles. Inicialmente dirigido por el Dr. Carlos E. Garrido, pasó por diferentes manos a lo largo de las décadas. Contó con la dirección de Guillermo Martínez Márquez en los años cuarenta. Este periódico se caracterizó por incluir en sus páginas colaboraciones de figuras destacadas como Enrique Serpa, José Zacarías Tallet y Dulce María Loynaz, quien escribía la “Crónica del Ayer”.

Durante los primeros años de la Revolución, El País mantuvo una postura más neutral, evitando involucrarse en la polémica entre la prensa burguesa y la revolucionaria. Sin embargo, en marzo de 1960, el periódico anunció la cancelación de su “Plan de Regalos” por orden de las autoridades castristas, lo que marcó su progresiva desaparición. Su última edición se publicó el 16 de marzo de 1960, cerrando un capítulo importante de la prensa republicana cubana.

Información, por su parte, debutó el 8 de enero de 1931 y fue propiedad de los hermanos Santiago y Joaquín Claret. Con un compromiso inicial de juzgar la actualidad “con espíritu sereno, imparcial y patriótico”, el periódico incluyó la famosa caricatura “El Bobo” de Eduardo Abela, que se convirtió en un símbolo del humor político de la época. Información se fusionó temporalmente con El País, pero reapareció en 1937 bajo el nombre “Época II”. A lo largo de los años, creció en número de páginas, hasta 52, y contó con colaboradores como el economista Raúl Maestri y el escritor estadounidense Walter Lippmann.

El 16 de enero de 1960, Información enfrentó una controversia al negarse a publicar una coletilla acordada por el gobierno para añadir a cables extranjeros considerados contrarrevolucionarios. Pese a las presiones, el periódico continuó publicándose hasta diciembre de 1960, y se convirtió en el último medio de la llamada prensa burguesa en circular en La Habana.

La desaparición de estos periódicos marcó el fin de una era en la prensa cubana, caracterizada por la diversidad de opiniones, el debate público y la crítica social. La Revolución transformó radicalmente el paisaje mediático de la Isla, consolidando un monopolio estatal sobre la información que perdura hasta hoy.

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