SAN LUIS POTOSÍ, México.- Un juez federal desestimó la demanda presentada por Texas contra la política de la administración de Joe Biden que permite a los ciudadanos de determinadas nacionalidades emigrar a Estados Unidos si tienen patrocinadores estadounidenses.
El juez de distrito Drew B. Tipton afirmó que Texas y otros 20 estados no demostraron haber sufrido daños económicos a causa del programa de parole humanitario, que permite la entrada en EE.UU. de hasta 30.000 solicitantes de asilo al mes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Los estados, encabezados por Texas, habían argumentado que el programa les obliga a gastar millones en atención sanitaria, educación y seguridad pública para los inmigrantes.
Sin embargo, de acuerdo con los datos declarados en la decisión judicial, el número de ciudadanos cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos ha disminuido drásticamente hasta en un 44%, desde la entrada en vigor del programa.
“Tras la revisión, la teoría de los demandantes sobre el perjuicio de hecho es infructuosa porque su nueva caracterización intenta eludir el hecho de que Texas no se ve perjudicada financieramente por el Programa”, escribió el juez en su fallo.
La sentencia afirma, por tanto, que el gobierno de Biden puede seguir aplicando el programa de parole que permite la entrada en EE.UU. de un número limitado de inmigrantes de cuatro países por motivos humanitarios.
Su eliminación habría afectado una política más amplia que pretende animar a los inmigrantes a utilizar las vías legales por la administración Biden para entrar en Estados Unidos o enfrentarse a duras consecuencias.
En 2023, más de 67.000 ciudadanos cubanos llegaron a Estados Unidos gracias al parole humanitario, según estadísticas del Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, siglas en inglés).
Hasta finales de diciembre, un total de 327.000 migrantes, incluyendo cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, llegaron legalmente a EE. UU. bajo el programa de parole lanzado por la administración Biden.
Los mayores beneficiarios de esa política migratoria fueron los haitianos (133.000), seguidos de venezolanos (87.000), cubanos (69.000) y nicaragüenses (60.000).
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