LA HABANA, Cuba. – Tal y como sucedió con respecto a los Juegos Centroamericanos de San Salvador, las autoridades deportivas cubanas se tornan conservadoras, o para muchos realistas, a la hora de pronosticar el desempeño de los atletas de la Isla en los distintos eventos internacionales. Los malos resultados exhibidos por los deportistas cubanos en los últimos tiempos obligan a abandonar cualquier tipo de optimismo si se quiere merecer algún margen de credibilidad.
En ese contexto el vicepresidente del Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación (INDER) Ariel Saínz dijo a la prensa oficial que Cuba asistirá a los XIX Juegos Panamericanos de Santiago de Chile, entre el 20 de octubre y el 5 de noviembre, con el pronóstico de alcanzar entre 18 y 22 medallas de oro, de ocho a 12 medallas de plata, y entre 36 y 40 medallas de bronce. Una actuación que podría colocar a la Isla entre el quinto y el séptimo puesto en el cuadro de medallas.
Semejante pronóstico equivaldría a la peor actuación cubana en este tipo de evento en los últimos 52 años. Fue en los Panamericanos de Cali, Colombia, en 1971, cuando Cuba, con 31 títulos, ascendió al segundo lugar en el medallero continental solo por detrás de Estados Unidos. Ubicación que no perdería más hasta la cita de Toronto, en 2015, al quedar relegada a la cuarta posición con la obtención de 36 títulos, por detrás de Estados Unidos, Canadá y Brasil. En la última edición de estos juegos, en Lima 2019, Cuba ancló en la quinta posición al obtener 33 medallas de oro, superada en esa ocasión por Estados Unidos, Brasil, México y Canadá.
Las autoridades deportivas cubanas han culpado siempre al “bloqueo” de Estados Unidos y a las dificultades económicas que atraviesa la Isla, cada vez que sale a colación el mal momento que vive el deporte en el país.
Sin embargo, en esta ocasión al vicepresidente del INDER no le quedó más remedio que mencionar un fenómeno que sí está afectando los resultados deportivos de Cuba: el creciente éxodo de atletas y entrenadores.
Entre el año 2022 y lo que va del 2023, un total de 187 deportistas abandonaron la Isla. Y de esa cifra había 33 que estaban entre los candidatos a medallas en estos juegos de Santiago de Chile. Mientras cada vez son menos los deportistas de la Isla que brillan a nivel internacional, abundan los atletas formados en Cuba que triunfan allende los mares en disciplinas como el béisbol, el boxeo, el atletismo y el voleibol, entre otros.
Aunque Saínz no habló de los entrenadores, también es alarmante el número de ellos que han salido de Cuba, y que hoy trabajan con deportistas de otras naciones. Esta es una situación que ha fortalecido el potencial deportivo de muchas naciones del área, y que lógicamente ha repercutido negativamente en el rendimiento de los cubanos.
Se ha conocido que Cuba participará solamente en el 54,5% de las pruebas convocadas para esta edición de los Juegos Panamericanos. Con independencia de algunos deportes que no se practican en la Isla, trasciende el número nada despreciable de luchadores del estilo libre, tiradores, nadadores, pesistas y especialistas de atletismo que no ha alcanzado las marcas mínimas para estar presentes en Santiago de Chile.
Y al margen del elemento puramente deportivo, no podía faltar en una delegación del deporte castrista el componente político-ideológico. Saínz se refirió a un “compromiso de país con estos juegos, a partir de la voluntad del Estado cubano de seguir manteniendo el deporte como una prioridad”.
En verdad no sabemos qué clase de prioridad es esa, que solo consigue hundir cada vez más los resultados competitivos de nuestros deportistas.
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