MIAMI, Estados Unidos. – La retirada de un busto de Ernesto Che Guevara en la localidad de Chalchuapa, en El Salvador, provocó críticas de parte de la izquierda de ese país aliada del régimen cubano, según reportó el diario mexicano Excelsior.
Jorge Morán, alcalde de Chalchuapa, ordenó el retiro del busto este miércoles, un monumento instalado en 2009 por el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y que homenajeaba al guerrillero comunista.
Un comunicado del FMNL publicado en la red social X arremete contra la decisión de Morán, calificándola como salvaje, “típica del fascismo”.
“Es indignante, totalmente repudiable, y es otra muestra más de lo nefasto que es el gobierno ultraderechista de Bukele y sus secuaces. Pero por más atrocidades que hagan contra la historia de lucha, jamás van a borrar el pensamiento y la determinación de luchar que el Che enseñó”, señala el comunicado.
Asimismo, la publicación del partido político hizo un llamado a toda la militancia de izquierda en Latinoamérica y el mundo a sumarse a la denuncia.
Por su parte, el Movimiento Salvadoreño de solidaridad con Cuba, también de izquierda, manifestó su desaprobación.
“A cuatro días de conmemorarse su asesinato (en referencia al Che), condenamos y repudiamos este hecho violento, como muestra del odio y la intolerancia”, indicó la organización en X.
Mientras los grupos de izquierda que simpatizan con la dictadura en la Isla se preocupan por exaltar la figura de Ernesto Guevara, otras personalidades han criticado al guerrillero argentino-cubano por su mentalidad genocida y violenta.
Según la directora de la ONG Archivo Cuba, María Werlau, el Che no era más que un hombre “sin piedad, un sociópata”. La investigadora logró documentar parte de los crímenes del guerrillero en su libro Las víctimas olvidadas del Che Guevara, en el cual se le vincula a alrededor de 100 ejecuciones y fusilamientos en la fortaleza de La Cabaña y en la Sierra Maestra.
“La mayoría de los fusilados no había cometido ningún crimen, solo el de llevar un uniforme [del Ejército de Batista]”, pero el “plan trazado secretamente por la KGB y Fidel Castro” era el de “crear terror con el encarcelamiento y los fusilamientos masivos”, dijo Werlau a la agencia EFE.
Por su parte, el escritor argentino Nicolás Márquez, en su biografía del Che Guevara titulada La máquina de matar, llega a contabilizar a sus víctimas en varias centenas. Entre ellas cuenta unos 216 asesinatos (cometidos en un lapso de tres años en la Sierra Maestra, en Santa Clara y en La Cabaña), y alrededor de 1.500 personas fusiladas en La Cabaña por mandato suyo. Por eso llegó a ser conocido como “el carnicero de La Cabaña”.