SAN LUIS POTOSÍ, México.- Expertos cubanos investigan una estela de humo que pudo haber sido ocasionada por la caída de un meteorito en la provincia de Matanzas, según confirmó la revista Juventud Técnica en sus redes sociales.
De acuerdo con la nota, usuarios en redes sociales informaron haber observado la tarde de este jueves una estela de humo en el cielo, lo que movilizó a meteorólogos que lanzaron hipótesis sobre el rastro en el aire.
Juventud Técnica explicó en que no parece tratarse a una estela de condensación típica de un avión, sino de procesos como la caída de meteoritos.
“Dicho rastro en el aire no parece tratarse de una estela de condensación común de avión. Sin embargo, mientras no se confirme el hallazgo de un fragmento en tierra, no se puede asegurar que sea un meteorito. Es posible que haya sido una bola de fuego o un pequeño bólido”, precisó el diario.
Henry Delgado Manzor, meteorólogo aeronáutico matancero, indicó que hasta el momento no se ha reportado ningún sonido o ruido asociados al fenómeno, lo que sugiere que no hubo fragmentación y probablemente fue un objeto pequeño.
También aseguró que este fenómeno tampoco está relacionado con efectos crepusculares provocados por lanzamientos de cohetes desde Florida, además de que no se registraron aviones en la zona durante ese horario.
Sin la confirmación del hallazgo de un fragmento en tierra, no puede asegurarse aún que se trate de un meteorito.
En los próximos días, cuando se actualicen los sistemas internacionales de detección de bólidos, podría contarse con más información para revelar a qué se debió el fenómeno.
Atraídos por la fuerza de gravedad, cada año decenas de miles de pedazos de roca, desprendidos de la cola de los cometas, asteroides y otros objetos penetran en la atmósfera terrestre a la notable velocidad de hasta 70 metros por segundo, logrando llegar a la superficie.
Tales fragmentos reciben la denominación de meteoritos, y constituyen una valiosa fuente de información a la hora de buscar nuevos datos sobre el origen del sistema solar. Cuba, curiosamente, ha sido el escenario de la caída de varios de estos cuerpos celestes.
Este año, investigadores detectaron que la roca que ha pasado a la historia como el “meteorito de Cuba”, que tiene un peso de aproximadamente 1,3 kg, no es en realidad un meteorito.
La roca metálica forma parte de la exposición del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) de Madrid y fue incluida en la colección en 1871.
Sin embargo, se trata de un pedazo de hierro de fundición siderúrgica o metalúrgica, conocido como una escoria industrial.
La conclusión siguió a una investigación de Aurelio Nieto, conservador de la colección de Geología del MNCN, junto al investigador de la Universidad de La Habana, Yasmani Ceballos-Izquierdo, y a Johanset Orihuela, de la Universidad Internacional de Florida.
Los resultados de nuevos estudios de laboratorio realizados en el Centro de Estudios Avanzados de Cuba, por encargo del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), han corroborado que la cantidad de meteoritos caídos en la Isla asciende a un total de cinco, de un listado inicial presuntamente de diez.