LA HABANA, Cuba – La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba incluyó en su listado de represores cubanos al oficial de la Seguridad del Estado conocido como Alejandro, por delitos internacionales y crímenes de lesa humanidad contra opositores y activistas de derechos humanos en la Isla.
La inclusión en la lista se realizó a raíz de la denuncia de la periodista de CubaNet y corresponsal de ABC en La Habana, Camila Acosta, quien lo encontró en la Habana tras cuatro años sin verlo. Acosta intentó grabar su rostro y en el video se observa cómo el represor trató de arrebatarle el teléfono para impedírselo.
Aunque borroso, Acosta expuso el video en sus redes sociales y recordó que Alejandro (alias), condujo casi todos los actos represivos contra ella durante el año 2020, desde desalojos de viviendas, amenazas, acusaciones de falsos delitos, interrogatorios y hasta detenciones arbitrarias.
Tanto en la publicación de Acosta como en la investigación de la Fundación, varias de sus víctimas lo identificaron y expusieron sus testimonios. La periodista independiente Ileana Hernández recordó que Alejandro dirigió varios operativos de hostigamiento en su contra.
El activista y expreso político, Alejandro Garlobo, dijo haber sido interrogado por este oficial y golpeado bajo su orden. Además, lo acusa de amenazarlo con un arma blanca días después, cuando un sicario desconocido de la policía política se subió a un auto patrullero. Garlobo asegura que el nombre real de Alejandro es Raimel García.
Por su parte, Angel Moya Acosta, ex preso político y esposo de la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, reconoció a este oficial como uno de los que hostigan actualmente a las integrantes de las Damas de Blanco, pero con el alias de Felo. Moya Acosta compartió igualmente una foto más nítida de Felo, la cual coincide con la identificación de Alejandro.
Otras de las víctimas del represor han sido: Nancy Alfaya, María Matienzo, Fabiana Salgado, Kirenia Yalit, Yanetsi O’Farrill, Marthadela Tamayo y Ángel Santiesteban Prats.
La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba expuso que este oficial de la policía política cubana ha incurrido en delitos internacionales como intimidación y amenazas, detención arbitraria, acoso y violencia contra la mujer, golpizas y abuso físico, hostigamiento y vigilancia, asesoramiento-participación en represión, y persecución por motivos políticos.
La base de datos represores.com se creó en 2017 y, desde entonces, los investigadores, Rolando Cartaya y Luis Domínguez, han logrado recopilar fichas de 1.073 personas.
El objetivo, según declaró a CubaNet Cartaya, periodista y director del proyecto, es “cambiar el foco de las víctimas a los victimarios, porque se hablaba de las víctimas pero no de los victimarios, persuadir a estas personas de que cambien de trabajo haciéndoles saber que contraen una responsabilidad penal que no caduca y que no se justifica por obediencia de vida, también avergonzarlos en sus barrios mediante campañas que consisten en la difusión de volantes con sus nombres, rostros e historial represivo, y facilitar que sean objeto de sanciones como negarles envío de remesas y el ingreso en Estados Unidos o en la Unión Europea, que tienen leyes acerca de eso; esto último, por cierto, no se está cumpliendo”.
Cartaya comentó a este medio que la información proviene de las víctimas, quienes pueden entrar en la base de datos e ingresar la información que conozcan del represor.
Las fichas están organizadas por categorías: están los represores violentos, esto incluye a la Sección 21 de la contrainteligencia, a los represores de las cárceles, las Brigadas de Respuesta Rápida; también están los represores de cuello blanco, y se trata de los jueces y fiscales que han dictado sentencias contra los opositores y activistas de derechos humanos, así como los rectores de universidades que han expulsado a personas por su posición política y los coordinadores de las brigadas médicas cubanas, quienes obligan a los médicos a trabajar en condiciones forzadas.
“Igualmente tenemos la categoría de represores de exportación, estos son los que van a otros países apoyar la represión o a desestabilizar. Los represores económicos son los que le hacen la vida imposible al sector privado y a los actores del mercado informal, y represores de la libertad religiosa”, añadió el periodista e investigador.
