LEÓN, México.- El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel se dirigió a los cubanos el último día del 2023 para, con su habitual tono triunfalista, despedir el año.
Con una gastada retórica donde todo gira en torno a los impedimentos del “bloqueo”, el representante del régimen se refirió al 2023 como una “cuesta” que hubo que subir con muchas trabas.
“Es como si llegáramos a la cima de una montaña muy alta por caminos tortuosos. Como tantas veces a lo largo de 65 años, la subida ha sido ardua y por momentos hemos tenido que retroceder, pero llegamos”, inició su discurso.
Su arenga no estuvo exenta del tono beligerante que siempre adopta en sus intervenciones. Se trata, según él, de imponerse, vencer, destruir barreras, resistir.
El “enemigo”, ese “bloqueo” del gobierno estadounidense, tampoco faltó en su presentación.
“Hoy todo parece más difícil que siempre por los largos años soportando el criminal peso de una política de cercos y sanciones que parece infinita”, prosiguió.
Además, en su opinión, el secreto de la revolución para sostener ha sido la participación ciudadana, que ha permitido resistir en medio de la “adversidad”.
El bloqueo, un tópico en sus discursos
“Hacer, crear, destrozar cada ladrillo del bloqueo a golpe de creatividad es lo que toca, conscientes de que nadie lo hará por nosotros”, arguyó.
Asimismo, y como acostumbra en sus discursos para recibir el año, pidió a los cubanos asumir con alegría los nuevos retos, sin mencionar la aguda crisis y escasez de alimentos que aqueja a la población.
Las palabras se repiten. El pasado año pronunciaba que “Al empujar la puerta del 2023 sentimos muy adentro la fuerza del legado histórico que nos impulsa hacia el nuevo año sin miedos y sin dudas pero siempre conscientes de que podría ser aún más difícil”.
También pidió a la ciudadanía “trabajar con pasión y con ganas para seguir venciendo imposibles” y apeló a la creatividad del pueblo.
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