Los asistentes al XXV Festival del Habano (24-28 de febrero) tienen en su programa para esta jornada, visitar las industrias Partagás, H.Upmann, y Carlos Baliño, a donde acuden en grupos para un mejor intercambio con directivos y productores.
Esta es una actividad habitual en estos Festivales, desde su comienzo en 1999, porque precisamente, se trata del punto previo a la salida al mercado de tan lujoso producto tabacalero.
La calidad constituye la principal preocupación de técnicos y obreros de las fábricas de habanos en esta isla, recalcaron directivos de ese sistema productivo.
En sus interiores hay mucho por conocer, por ejemplo, la marca H.Upmann fue creada en el siglo XIX por dos hermanos alemanes de apellido Upmann, quienes combinaron la H lo mejor posible para que su industria se nombrara Hermanos Upmann, en tal caso H.Upmann, quedando como marca y nombre de planta.
Desde ese entonces tuvo variaciones y de un establecimiento con 80 empleados llegó en épocas de hasta mil. En 1944, cuando se cumplió su centenario, paso al local de la calle Amistad, y el 3 de noviembre de 2003 se fue a otro edificio, ahora en la calle Belascoaín.
Uno de los primeros comercializadores de esa marca resultó la firma británica Hunter and Frakau, que aún vende tabaco cubano en el Reino Unido.
H.Upmann tiene un enlace muy directo con los tabaqueros que marcharon a laborar a Tampa, Cayo Hueso (Estados Unidos) en la época colonial cubana y precisamente, desde allí colaboraron financieramente con la guerra contra España.
Fue en sus galeras que el famoso músico cubano, ya fallecido, Francisco Repilado (Compay Segundo) trabajó como torcedor durante 19 años.
La Corona, por su parte, abrió en 1903 como industria en la calle Zulueta número 106, la enorme planta frente al antiguo Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución Cubana, muy cerca del malecón habanero.
Esa factoría pasó desde febrero de 2005 a otro lugar, mejor acondicionado, moderno. Reabrió sus puertas en la Avenida 20 de Mayo número 520 en el municipio capitalino del Cerro.
La nueva Corona está diseñada para 515 tabaqueros en mesa, lo que significa un plan mensual de 50 mil tabacos, o un millón de piezas mensuales (12 millones de puros por año), según estimados para operaciones a su ciento por ciento.
Fábricas, productividad, historia se dan la mano en locales que recuerdan una tradición e industrialización actual.