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Gobernantes cubanos: se peinan y se hacen papelillos… verdes

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Gobernantes cubanos: se peinan y se hacen papelillos… verdes
Gobernantes cubanos: se peinan y se hacen papelillos… verdes

LA HABANA, Cuba. – Si alguien necesitaba más evidencias de que tras la campañita contra el dólar en redes sociales estaba la mano del régimen, ahora de sopetón el primer ministro cubano le ha regalado unas cuantas, así como varios jarros de agua fría a los mismos “mipymeros” que le “hicieron la pala” imaginando que los dejarían forrarse de verdes como premio a la “obediencia”. 

No distinguieron, una vez más, entre “intocables” y “desechables” en un escenario económico históricamente caracterizado por esos “arrebatos” de una élite jamás dispuesta a compartir ni el poder ni el dinero con nadie que no provenga de su propia casta, sin que importen leyes y decretos, promesas y contratos. A fin de cuentas, todos cumplen esa función de “encantamiento”, de canto de sirena, de camuflaje para las verdaderas malas intenciones. 

Ahora sé de unos cuantos que están llorando y pagando por la “novatada”, lamentando la hora en que confiaron en unos tipos que si en algo se han hecho expertos es en dar timonazos con el único fin de saquear bolsillos, tanto de ingenuos como de “chicos listos”, de inocentes como de culpables, porque en asuntos de hacerse con el dinero ajeno los comunistas no hacen distinción, y esa es la “regla de oro” que debiera tener presente cualquier “emprendedor” antes de invertir su dinero en Cuba. 

En poco más de una semana, mientras avanzan con evidente desespero hacia la dolarización de la economía (sí, los mismos que tanto han criticado a Javier Milei en Argentina), no solo se ha anunciado el cierre forzoso de más de medio centenar de mipymes sino, además, el retiro de licencias de importación a cerca de un tercio de las empresas privadas que estaban autorizadas a hacerlo, con lo cual se concreta esa cacería de brujas sobre la que muchos alertaron al inicio de tanto entusiasmo, cuando se hacía demasiado sospechosa esa inusual benevolencia de un régimen ultraburocrático que no ponía traba alguna para la creación de mipymes. 

Y esta ofensiva es apenas el comienzo de algo que irá a peores en breve, a juzgar por cómo andan de alborotadas y gozosas las “ciberclarias” con el asunto de las expropiaciones, de las multas millonarias y los años de cárcel para los mipymeros “malos”, así como con los aranceles e impuestos en dólares para los mipymeros “buenos”, a los que por saberse bajo el amparo del poder les importa bien poco la moneda en que les cobren, si a fin de cuentas todas salen del bolsillo de Liborio.  

Las “ciberclarias” están alborotadas tanto como el río donde nadan. Y es que ha llegado otra vez el momento de cosecha para los viejos pescadores, que son precisamente los mismos que echaron redes cuando la penalización del dólar, y luego cuando la despenalización, y más tarde cuando el gravamen, y poco después cuando decían “tener demasiados” estancados en las bóvedas “por culpa del bloqueo”, y en medio de ese “pa’lante” y “pa’trás” con el billete “del enemigo” han dejado a más de uno con la cartera vacía.

Son expertos en el desfalco súbito desde mucho antes de aquella ofensiva contra el “mercado libre campesino” de los 80, y desde mucho antes del escándalo del chileno Max Marambio y la empresa Río Zaza. Se pudiera decir incluso que desfalcar, arrebatar lo ajeno, expropiar está en la esencia del sistema en tanto es una manifestación de esa violencia que lo define y que, en gran medida, es expresión de la negativa a compartir el poder, mucho menos con advenedizos.

Si los “mipymeros” que han salido (o sacado) del juego pecaron de algo no es de ingenuidad (ninguno es así de inocente) sino de desmemoria que, en algunos de los casos, fue consecuencia de esa fantasía o trauma que cargan consigo quienes al emigrar lo hacen con el sueño de retornar alguna vez como “triunfadores” a ese lugar de donde escaparon por causa de una miseria que es sistémica, y que por tanto no hay modo de remediarla. No si el remedio que proponen es fortalecer el sistema, inyectándole capital, y no cambiarlo de modo radical. 

El régimen conoce de esos traumas y los usa a su favor porque igual conoce de nuestra proverbial desmemoria. Por eso no le importan ni aquella Resolución 176 de 2021 del Banco Central de Cuba donde prohibía el ingreso de dólares (alegando graves daños por causa del embargo) ni la bancarización que hasta ayer fue la seguidilla de todo discurso. 

Hoy, cuando rublos y yuanes se tardan demasiado en caer así de fáciles —a pesar de submarinos nucleares y presuntas bases de espionaje— la “orden de combate” es peinarse pero a la vez hacerse papelillos “verdes”, es decir, dolarizar, dolarizar aunque mañana decidan lo contrario. A fin de cuentas de esos bandazos han vivido y a ellos nos han acostumbrado.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

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