AREQUIPA, Perú – El sistema empresarial de Guantánamo inició el 2024 con “desaciertos” marcados por el crecimiento del número de entidades con incumplimientos y pérdidas, informó el periódico oficial Venceremos.
El tema fue debatido durante la plenaria de la economía realizada en la sede del Gobierno del Poder Popular guantanamero. En la cita, la coordinadora de programas en la provincia, Donna Baños Guerra, señaló que suman 13 las empresas con pérdidas y desfavorable gestión económica, las que dejan de ingresar al territorio más de 66.828.000 pesos.
El encuentro estuvo presidido por Alis Azahares Torreblanca, gobernadora, y Yunior Direntaud, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista, quienes informaron que 22 empresas del territorio incumplen sus planes de ventas netas.
De esa cifra total, 10 entidades son de subordinación nacional y las otras 12 responden al mando local. Todas, en su conjunto, dejan de aportar más de 84.000.000 de pesos.
Entre las entidades con pérdidas se reiteran la Agricultura, Comercio, Alimentaria, Construcción, Azucarera y se incorpora a la negativa nómina Aprovechamiento hidráulico.
Asimismo, las autoridades locales expusieron las limitaciones objetivas que inciden en estos incumplimientos la carencia de combustible y la falta de materias primas.
Señalaron, además, otros problemas: escaso control y seguimiento a los planes productivos; indisciplinas informativas y poco aprovechamiento de las potencialidades de los territorios.
En medio de ese contexto, la gobernadora de Guantánamo utilizó el usual discurso de la resiliencia irrealista utilizado por el régimen.
En esta ocasión, como si las materias primas y el combustible fueran algo que se pudiera crear de la nada, Azahares Torreblanca convocó a “solucionar de manera inmediata los incumplimientos y la desfavorable situación financiera”, exigiendo dinamismo, buscar alternativas y “no sentarse a esperar que lleguen los recursos”.
Los problemas en el sector empresarial son una cuestión que suscita preocupación a nivel nacional. Este martes trascendió que la elaboración de cemento en Sancti Spíritus enfrenta una compleja situación por la crisis energética que afecta al país, lo cual reducirá “considerablemente” los niveles de producción del material constructivo durante el 2024.
Un reporte del diario oficial Escambray señala que al cierre de 2023 la industria espirituana aportó 47.000 toneladas de cemento, mientras que el plan para el presente año se reduce a unas 20.000 toneladas, es decir, menos de la mitad.
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